"Las olas carece de lo que suele entenderse por argumento . Solo encontramos unos fragmentos relacionados con distintos estados del mar, la luz y el cielo seguidos de las intervenciones de una serie de personajes, seis personas al principio. [...] Esta dura y culta narración, en la que Virginia Woolf pone en juego técnicas narrativas vanguardistas sin concesiones a la facilidad y el servicio de unas preocupaciones morales y filosóficas, encarna el espíritu de la novela antitradicional ."
A pesar de que el momento en que se publicó Las olas (el año , más concretamente) constituyó todo un acontecimiento literario debido a la técnica novedosa que presentaba su autora, yo creo firmemente que todavía hoy en día leer esta novela es una experiencia que se escapa totalmente de lo cotidiano , tal vez no por novedosa, pero sí por "dificultosa".
Esta era una de esas obras que siempre había estado esperando paciente en mi estantería el momento idóneo para ser rescatada del desconocimiento; hasta que finalmente he saciado mi curiosidad. Y como en todo en lo que uno tiene puestas muchas expectativas , al final la realidad, cuando llega, no suele resultar como esperábamos.

No quiero engañaros, ni tampoco me quiero engañar a mí misma . Virginia Woolf me lo puso muy difícil, y mira que le puse ganas y empeño, a pesar de que estaba avisada. Como bien dice en la cita, esta es una historia sin historia , al menos sin un argumento sólido, específico, en el que se intercalan los monólogos de los seis protagonistas, hombres y mujeres, con descripciones de paisajes del mar, la playa, la orilla, etc.
Y es que con esta lectura tuve sensaciones parecidas de las olas: unas veces estaba en el agua, sumergida, identificándome y adentrándome en la narración, para después ser arrastrada a la arena, donde me quedaba aturdida, desorientada , mirando fijamente un mar furioso y arisco que no terminaba de calmarse.
No logré congeniar con ninguno de los personajes ni con lo que cada uno intentaba susurrarme o gritarme -dependiendo de la ocasión-, y unas veces las palabras me lo decían todo y otras se quedaban , frías.
Me atrevería a decir que este es uno de esos libros para los que no existe un término medio ; o te gusta (mucho) o no te gusta (nada). Antes de que se me tome por una insolente, que haya calma. Sé lo que representa esta autora y esta obra y su enorme contribución a la literatura, y no, no podría decir tampoco que la novela no me ha gustado nada. Me lo tomo con filosofía y aprendo de esta lectura , que no es poco, y aunque no haya habido suerte hoy, nada me dice que mañana no la haya. Otra vez será.
