Las vitaminas imprescindibles para cada edad
Niños
En estos años de crecimiento, cuando se acentúa el desarrollo de los tejidos, los requerimientos nutricionales son mayores que en un adulto. Necesitan mayor cantidad de vitaminas A, B, B1, B2, B6, niacina y vitamina D.
Es imprescindible inculcarles a los niños hábitos nutricionales sanos durante esta etapa de su vida. Es por ello que la alimentación debe ser variada, atractiva visualmente e ir incorporando nuevos alimentos en su dieta. No deben faltar carnes, cereales, lácteos, pescados, integrales, verduras, frutas e hidratos.
Adolescentes
Si durante la infancia se han establecido hábitos saludables, la alimentación de los adolescentes no ocasionará mayores problemas en cuanto a la carencia de vitaminas.
Debido al hecho de que en estas edades son especialmente vulnerables a los condicionamientos que impone la sociedad, y a la presión ejercida por las distintas publicidades y los jóvenes tienden a imitar a sus pares y seguir a las tendencia que son impuestas por las modas, resulta imprescindibles el guiarlos hacia una nutrición adecuada.
La alimentación en esta etapa debe ser variada y balanceada, contando entre sus alimentos a los lácteos, carnes, cereales y nada de alcohol. Los padres deben siempre tratar de cuidar este aspecto en especial.
Embarazo
Las mujeres que se encuentran en la espera de un hijo necesitan un 20% de vitamina A.
También en estos casos las dietas variadas suelen proveer las necesidades elementales, como con respecto a la vitamina B. Pero la excepción es el ácido fólico, que debe suplementarse en algunos casos, con complementos vitamínicos suministrados por el médico debido a que en ciertos casos no se alcanzan a cubrir las necesidades de la madre y el feto.
Tercera edad
Los requerimientos vitamínicos para los mayores son casi idénticos a los de la madurez y con una alimentación completa y variada no deberían ser necesario los suplementos farmacológicos. Pero como es habitual la falta de apetito, la alimentación monótona y la carencia de nutrientes, suele haber falta de Vitamina A, B6 y ácido fólico.
Deben incorporar leche y exposición a la luz solar. Realizar caminas diarias, mantener contacto habitual con su médico de cabecera. Disfrutar del aire libre, también contribuirá a una ancianidad más sana.