De acuerdo, de acuerdo... hoy es domingo, así que a don Lázaro lo estamos levantando a destiempo, pero no importa. Ayer hemos cedido el espacio a otros temas, y con Abancay en la palestra nuestra rockola sabatina ha tenido que esperar, así que hoy nos reivindicamos invocando a sonar a uno de los más grandes jazzeros, a un hombre capaz de arrancarle a una trompeta un sonido único, personalísimo, y extraordinario. Nada más que Arturo Sandoval, mis queridos parroquianos, para que después no se ande diciendo que sirvo cualquier cosa: sólo lo mejor de lo mejor, ya lo ven. Como para animar esta tarde de domingo al ritmo de Mam-Bop, y así olvidar por unos momentos que estamos agonizando bajo el sol del peor día de la semana. A todo esto, parece que ya se asienta el verano, así que nos cae bien el temita para, de paso, darle un recibimiento, ¿no? Y el que se sienta con ganas de echar unos pasitos de baile, pues que no se quede con las ganas. Ojalá tuviera una copa a la mano, para levantarla... en fin, que Sandoval es Sandoval, y esta canción una buena overtura para dar inicio a una semana que, espero, empezará a verse distinta a las demás. A su salud, mis "beloved" parroquianos, a su salud...