En 2008 el Presidente de Indonesia, S.B. Yudhoyono tuvo la genial idea de mostrar al mundo que después de 15 años del iluminado de Sukarno, 30 años del dictador corrupto de Suharto, y una década de presidentes más o menos peculiares elegidos por el pueblo, Indonesia era una democracia. Lo mejor en estos casos es organizar un Foro, a ser posible en algún lugar paradisiaco, porque si lo organizas en otro sitio no te va nadie. Dicho y hecho, en diciembre de 2008 se celebró el I Foro de la Democracia de Bali (se me abren las carnes de pensar que se le hubiera ocurrido organizarlo en Yakarta, con sus atascos y su contaminación).
En aquel Foro, Yudhoyono dijo cuáles serían sus características: tendría carácter regional asiático (hablar de democracia en presencia de occidentales tiene el inconveniente de que te pueden meter el dedo en el ojo y hacerte preguntas incómodas como que qué hace un delegado de Birmania ahí hablando de democracia); sería gubernamental (en Asia, lo de la sociedad civil no despierta demasiados entusiasmos, pero no les podemos culpar: lo mismo les sucede a muchos políticos occidentales, aunque intenten poner a mal tiempo buena cara); y sería un foro entre iguales (esto tal vez lo dijera para que birmanos, chinos y laosianos, entre otros, no se acojonaran pensando que les iban a señalar con el dedo y dejaran de acudir). El objetivo del Foro sería “promover la cooperación entre los Estados para el desarrollo de las instituciones políticas y sociales necesarias para el buen gobierno democrático.” Siempre me han dado un poco de miedo estas iniciativas de reunirse a hablar para mejorar el mundo. El mundo se mejora actuando. Eso sí, cuando no hay voluntad de actuar, unos cuantos discursos quedan muy bien, quedan casi como si de verdad se hubiera hecho algo.
El pasado diciembre el Foro celebró su tercera edición. Es lo que tienen estos foros: si los celebras en un lugar agradable y das bien de comer, perduran en tanto que su iniciador siga en el poder. Esta vez el Foro debatió tres cuestiones: “La democracia y la promoción de la paz y la estabilidad”; “Cómo un sistema democrático ayuda a prevenir la ocurrencia o la escalada de los conflictos violentos”; “Por qué la democracia y el desarrollo económico son esenciales para la paz”. No sé porqué tratar temas de tanta enjundia, con lo sencillito que hubiera sido abordar un tema más concreto como, por ejemplo, el proceso democratizador birmano y la farsa electoral del pasado noviembre.
Para que quedase claro que todo iba de hacerse pajas mentales, el Presidente Yudhoyono dijo en su discurso inaugural del Foro que hay que conseguir una mejor comprensión de la paz y la democracia, las cuales deben convertirse en parte de la cooperación regional. Y añadió que uno de los mayores desafíos para la democracia es el de alcanzar la estabilidad, la cual además es esencial para el desarrollo. “No hay un único modelo de cómo la democracia crea la estabilidad, porque cada país tiene su propio camino, pero hay valores universales. La democracia no es la única herramienta para traer el progreso. Una nación también necesita el buen gobierno, el estado de derecho y también la unidad y el trabajo duro.” Concluyendo, Yudhoyono observó que “si la democracia puede ser gestionada adecuada y sinceramente, puede crear paz y estabilidad esenciales para la vida cotidiana de las personas. Ésta es la esencia real de la democracia.” Si lo he entendido bien, el buen gobierno y el estado de derecho no son ingredientes de la democracia, sino complementos que además están al mismo nivel que la unidad y el trabajo duro. Si la paz y la estabilidad constituyen la esencia de la democracia, ¡resulta que Franco era un demócrata, sobre todo en los años 40 donde no se movía nadie en España! Ahora me explico porqué los militares birmanos acudieron al Foro tan tranquilos.
En esta edición el Presidente surcoreano Lee Myung-bak era copresidente del Foro. Las cosas cuanto más inútiles, más copresidentes tienen. En eso se parecen a los funerales concelebrados: cuanto más canalla era el difunto, más sacerdotes hacen falta. Lee dijo que una democracia robusta es una piedra de toque para el desarrollo económico, como muestra el hecho de que la economía surcoreana es hoy en día 38 veces mayor que la de Corea del Norte. Casi hubiera resultado convincente, si no fuera por el pequeño detalle de que las bases del desarrollo económico de Corea del Sur las puso el régimen dictatorial del general golpista Park Chung-hee. Hay políticos que deberían estudiar un poco de Historia antes de ponerse a hablar.
Por lo demás, en el Foro hubo muchas palmaditas en el hombro en plan “qué bien lo estamos haciendo, qué pedazos de demócratas somos.” Así el representante chino pudo decir que “… China ha logrado con éxito las grandes transiciones históricas de una economía planificada muy centralizada a una economía de mercado socialista vibrante, de una sociedad cerrada o semi-cerrada a una que está completamente abierta al mundo exterior…” y los representantes de Irán y Birmania congratularse por la buena marcha de la democracia en sus países.
Me imagino que después de dos días de intensa confraternización, los delegados se despedirían con lágrimas en los ojos, se intercambiarían direcciones de email para no perder el contacto y se darían cita para el Foro de 2011, a ver si ese año hay más suerte y cae finalmente esa azafata tan guapa del aeropuerto.