Revista Cocina
Creo que solo había hecho leche frita en otra ocasión y debe hacer más de 30 años, lo cierto es que no tenemos costumbre de hacerla, a diferencia de las torrijas que las hacemos cada año en Semana Santa, a veces las hacemos en versiones distintas pero siempre volvemos a hacer las clásicas que son las que nos encantan.
Después de ir buscando por la red la receta de la leche frita hemos visto que existen diferentes versiones, con yemas de huevo, sin yemas, con harina, con maicena…. Total que no sabíamos por cuál de ellas decantarnos y al final hemos preparado dos versiones, una sin yemas de huevo y con un ingrediente curioso, que es la que os traigo hoy y que corresponde al libro de Manuel Vázquez Montalbán: Carvalho Gastronómico “La cocina de la harina y el Cordero”. Un libro muy interesante y que compré en Urueña hace unos años a un precio de saldo y del que ya he sacado varias recetas muy interesantes.
Si me dicen que elija entre la leche frita y las torrijas….. Pues me quedo con las torrijas, pero la leche frita también está muy rica.
INGREDIENTES:
½ Litro de leche6 cucharadas soperas de azúcar3 cucharadas de maicena1 copa de coñac1 palo de canelaUn poco de piel de limón2 huevos Un poco de harinaAceite para freírAzúcar y canela para rebozar.
Poner a hervir la leche, de la que se habrá reservado previamente un tazón, con la canela, la piel de limón, el azúcar y el coñac, dejar hervir unos 5 minutos aproximadamente.
En un cuenco disolver la maicena con el tazan de leche reservada, cuidando de que no se hagan grumos, incorporar la leche hirviendo colada.
Batir mucho durante 5 minutos para que la pasta salga muy fina.
Verter en un molde engrasado con mantequilla o cubierto con papel film, tapar y dejar enfriar completamente.
Cortar en cuadrados, pasar por la harina, luego por el huevo batido y freír en abundante aceite hirviendo. Escurrir sobre papel de cocina y rebozar en la azúcar con la canela. Servir bien fría.