Tatsuro Kiuchi at 20x200.com
He empezado el año fuerte. Seis libros han caído en el mes de enero: un comic, tres ensayos y dos novelas. Dos escritos por mujeres, bueno... uno no se sabe.¿Quién Robó l Cerebro De JFK? de José Ramón Alonso fue el libro elegido para comenzar el año lector. José Ramón es un amigo muy querido y además un pozo sin fondo de sabiduría. Sabe tanto de todo que es capaz de hilar las más increíbles historias. Escucharle es un placer que no se puede describir con palabras, en una charla te deja con la boca abierta, en un paseo por Salamanca no puedes creer que no se haya empollado todo antes de salir a pasear y en un libro, en este libro en concreto, piensas "pero, pero, pero....¡sigue contándome!". A José Ramón le he dicho mil veces que en su blog escribe posts muy largos y con este libro le he dicho que escribe capítulos muy cortos. Siempre te deja con ganas de más; empiezo a sospechar que es estrategia. José Ramón es un tipo listo. (Para saber más sobre este libro os dejo la reseña que escribí para El Buscalibros).
El periodista y el asesino de Janet Malcom fue la siguiente lectura. Sobre él hablé en este post y tengo poco más que decir. Durante la semana pasada he estado viendo "Making a murderer" una serie de Netflix de 10 episodios que recomiendo a todo el mundo. Es una serie documental que narra un hecho real, la historia de Steve Avery, un hombre acusado de una violación por la que pasó 18 años en la cárcel antes de que se supiera que era inocente. Cuando salió, en 2003, y tras un año en libertad fue acusado de otro crimen. Las dos directoras de la serie, Moira Demos y Laura Riccardi, han dedicado 10 años de su vida a grabar todo lo relacionado con el caso. ¿Intentan ser imparciales? Si, supongo que sí. ¿Lo consiguen? Tampoco. Ellas no aparecen en el documental en ningún momento, ni siquiera actúan como voz en off, pero la elección de las imágenes, los cortes y el montaje nos lleva a una conclusión. ¿Acertada? ¿Verdadera? No lo sabemos. En cualquier caso, recomiendo "Making a Murderer" es una serie que marca una época en la televisión.
"Cuando escribimos regularmente a alguien comenzamos a anhelar sus cartas. Pero si somos honestos con nosotros mismos reconoceremos que el principal placer de la correspondencia está más en la respuesta que damos que en el mensaje que recibimos. De quien nos enamoramos es de nuestra propia persona epistolar antes que de la del corresponsal de nuestra pluma; lo que hace que la llegada de una carta sea un suceso importante es la ocasión que ofrece de que uno escriba para contestarla antes que la ocasión de leerla."El primer cómic del año ha sido El árabe del futuro de Riad Sattouf. En noviembre leí un artículo sobre Riad Sattouf y me llamó la atención su historia. Riad es francés de padre sirio y madre francesa; durante su infancia se crió en París, Libia y el pequeño pueblo sirio del que era originario su padre. Más adelante volvió a Francia donde se convirtió en dibujante, trabajó en Charlie Hebdo y después ha publicado varios cómics. El árabe del futuro es su autobiografía en forma de cómic. Una idea parecida a Persépolis o Fun Home. Riad, en este primer tomo que comprende su más tierna infancia, comentaba en la entrevista que se había obligado a tomar el punto de vista de su yo de niño, contar solo aquello que recordaba y tal y como lo recordaba. Es un buen enfoque aunque yo creo que es imposible no hacer trampas con él. ¿De verdad con dos, tres años recuerdas las cosas así o las historias que te han contado y que tú te has contado a ti mismo han construido ese recuerdo? Más allá de esa "pega", El árabe del futuro me ha gustado mucho. Sattouf consigue transmitir la desconexión cultural entre sus padres y las tensiones internas de su padre que se define como laico e independiente y, sin embargo, va defendiendo cada vez más las ideas más religiosas de su país natal. Sattouf consigue que sintamos la angustia y la tensión con la que su madre y él viven en Siria y la libertad y relajación que experimentan cuando vuelven a Francia.
El Relojero Ciego de Richard Dawkins me miraba desde la estantería desde verano. Por fin le llegó el turno y me he aburrido como una ostra. ¿Por qué? Pues porque Dawkins tiene una gran idea que contar pero la cuenta fatal.
El problema con Dawkins es que sabe pensar pero escribe regular. Escribe como piensa y eso, en divulgación científica, es un error. Cada idea, cada pensamiento, cada supuesta hipótesis errónea o acertada, cada pensamiento lateral que se le ocurre, cada pequeño "pero" que otro pudiera ponerle aparece en las páginas. Con esta verborrea mitad personal, mitad científica lo único que consigue Dawkins es que el lector pierda el hilo, se aburra y tenga ganas de zarandearlo y decirle "me he enterado a la primera, pasa a lo siguiente, ya!"
¿Qué quiere contarnos Dawkins? Pues que el hecho de que estemos aquí hoy, escribiendo, leyendo, con dos brazos, dos piernas, nuestros cromosomas y todas nuestras cositas es un hecho asombroso que no responde a ningún plan preestablecido sino que es el resultado de la "precisión de un asombroso relojero ciego". Es una gran idea porque además (casi) todos decimos "ah si, la evolución, venimos del mono" y pasamos a otra cosa. Dawkins lo ha pensado todo sobre la evolución y lo sabe todo, cosas asombrosas seguro, pero lo cuenta fatal.
Es un libro que solo recomiendo para muy muy fanáticos de este tema y con mucho tiempo libre.
"Si uno pasea un buen rato por una playa pedregosa, observará que las piedras no están ordenadas al azar. Las más pequeñas tienden a encontrarse en zonas segregadas que discurren a lo largo de la playa, mientras que las más grandes están en zonas o franjas diferentes. Las piedras han sido clasificadas, ordenadas, seleccionadas. Una tribu que viviese cera de la cosa podría maravillarse ante esta prueba de clasificación u ordenamiento del mundo, y desarrollar un mito para explicarlo, quizás atribuyéndolo a un Gran Espíritu celestial con una mente ordenada y gran sentido del orden. Tal vez sonríamos con indiferencia ante esta idea supersticiosa, mientras explicamos que el ordenamiento se debe a las fuerzas ciegas de la física, en este caso a la acción de las olas. Las olas no tienen ninguna finalidad, ni intención, ni una mente ordenada, no tienen ni mente. Simplemente, empujan las piedras con energía, y según éstas sean grandes o pequeñas responderán de manera diferente a tal empuje, de forma que terminarán a diferentes niveles de la playa. A partir de un gran desorden se origina un poco de orden, sin que lo planifique ninguna mente.La amiga estupenda de Elena Ferrante. Un día del pasado mes de noviembre, el nombre de Elena Ferrante me saltó en algún artículo. Ese mismo día recibí un mail de Nán hablándome de sus libros y a partir de ahí no podía entrar en ningún blog cultural, ninguna revista, escuchar cualquier programa de radio sin encontrarme con Elena Ferrante. Todas las críticas eran buenísimas y decidí pedir el primer tomo de la tetralogía napolitana a los Reyes.
Me esperaba una obra maestra, algo que me dejara descolocada y del revés y me he encontrado con una novela que podría ser perfectamente el guión de una película. La novela cuenta en flashback desde la madurez de una de las protagonistas, la infancia y amistad de dos niñas en un barrio pobre del Nápoles de la posguerra. He leído muchas reseñas alabando la historia de amistad que se cuenta y, no sé como continuará en las siguientes entregas, pero para mí lo que se cuenta no es una amistad, es una adicción. Entre las dos niñas no hay una amistad, ni siquiera una relación infantil de juego y confraternización, de compañía y familiaridad. Desde el minuto 1 es una relación de dependencia, con una de las niñas anulada y la otra convertida en una especie de diosa que consciente de su poder utiliza a todo el mundo en su beneficio. Es una especie de camello que suelta su dosis de droga a su amiga en cuanto percibe que ésta se está desintoxicando.
La amiga estupenda no es la historia de una amistad, es la historia de una relación completamente enfermiza y dependiente. Además, me ocurre como con el comic de Sattouf, me resulta muy poco creíble los pensamientos e ideas que se ponen en la cabeza de niños de 8, 9 años. Me resultan artificiales y destinados a impresionar al lector con la supuesta profundidad emocional de los personajes.
Leyendo esta novela me ha ocurrido una cosa curiosa. Toda la he imaginado en blanco y negro, como una película italiana de los años 50...sólo ha sido en color cuando las dos amigas se separaban y la influencia de la dominante casi desaparecía de la trama. Veremos como evoluciona.
"A la espera del mañana, los mayores se mueven en un presente detrás del que están el ayer y el anteayer o, como mucho la semana pasada; no quieren pensar en el resto. Los pequeños desconocen el significado del ayer, del anteayer, del mañana, todo se reduce a esto, al ahora: la calle es esta, el portón es este, las escaleras son estas, esta es mamá, este es papá, este es el día, esta es la noche."Flowers for Algernon de Daniel Keyes. Con este libro se han dado una serie de casualidades cósmicas de las que me gustan. Hace diez días tuitee una lista de "Tontos de libro". Inmediatamente, tres tuiteros de prestigio me dijeron ¡Tenías que haber incluido a Charlie! ¿Qué Charlie? pregunté yo. "El de Flores para Algernon, no puede ser que no lo hayas leído", me contestaron.
Por supuesto no lo había leído. Uno de esos tuiteros tuvo la gentileza de envíarmelo en inglés porque en castellano está descatalogado. Gracias Dani. El día que llegó a mis manos, entré en el despacho de mi jefe y allí, encima de la mesa, había un ejemplar de Flores para Algernon en castellano. Ese es el ejemplar que he leído. Gracias jefe.
La historia que cuenta Flores para Algernon es un poquito de fantasía, unas gotitas de fantasía y un par o tres de toneladas de argumento de tv movie de sobremesa. Charlie, un hombre con un CI menor de 70 y problemas para relacionarse y sociales, un "retrasado" como se suele decir despectivamente, es seleccionado por un comité de científicos para un nuevo experimento; una operación que reactivará sus enzimas cerebrales permitiéndole aprender y convertirse en alguien "normal" si es que eso tiene algún sentido. Sobre esta premisa se construye la historia de Charlie, reconstruyendo su infancia, su adolescencia y su pasado. No voy a desvelar la trama que, por otro lado, es bastante obvia y que deja un poso de tristeza.
El mensaje obvio puede ser que la inteligencia no da la felicidad, pero yo me quedo con que aparentar lo que no somos en esencia puede funcionar durante un tiempo más o menos largo pero al final sólo acarrea infelicidad.
Y con esto y un bizcocho a por las lecturas de febrero.