Ocho libros han caído este mes. Como son muchos, intentaré no aburrir con lo que no me ha gustado y ser entusiásticamente breve con lo que me ha gustado mucho y he disfrutado.
La historia secreta del Día D, de Ben Macintyre, préstamo de Juan. Hablamos mucho de la II Guerra Mundial, de espías y de sexo, pero sólo intercambiamos libros sobre los dos primeros temas.
Este libro aborda una parte de la II Guerra Mundial que no conocía, el papel de los dobles espías captados primero por los alemanes pero que desde el principio trabajaron para Gran Bretaña y los aliados. Ellos fueron los responsables de tramar y tejer la red de desinformación que hizo creer a los alemanes que el desembarco del día D se produciría en Calais y Noruega y no en Normandía. Macintyre cuenta la historia personal de los espías entre los que está la del español, Juan Puyol “Garbo”, que empezó como criador de pollos y acabó de superespía gracias a una imaginación desbordante.
Es un texto muy ameno que se lee casi como una película en blanco y negro de espionaje, con muchos personajes e historietas y también muchísima información. Hay un par de historias sobre las palomas mensajeras espías y los murciélagos bombas que no sé como no han sido contados por Tarantino en una película.
El nadador en el Mar Secreto , deWilliam Kotzwinkle. Enviado por la editorial Navona en una edición sencilla pero muy chula. Es un libro que se lee y también se siente porque tiene la cubierta de tela rugosa. Es una sensación que ya asociaré a esa historia para siempre.
Es una novela muy breve, escrita en 1975 y con una parte autobiográfica. Tres días en la vida de una pareja contados desde el momento en que ella rompe aguas. Es una escalada trágica y esforzada, en la que ambos, ella y él tienen que ayudarse mutuamente para alcanzar una cima que no esperan y cuya bajada resulta mucho más dura y difícil de enfrentar. Es una historia con nieve, nieve silenciosa que parece amortiguar la historia de Lasky y Diane, que da la sensación de hacerlos de corcho, de aislarlos del mundo, del lector y al mismo tiempo ese mismo silencio, esa blancura hace destacar trágicamente cada pensamiento y sentimiento que tienen.
Me ha gustado muchísimo y me recordó a “Una cuestión personal” de Kenzaburo Oé aunque sin ese tono egoísta del japonés. Es una historia preciosa e increíblemente íntima.
Y la mejor descripción de un parto que he leído jamás está en esta historia.
“Laski bajo la mirada y en la grieta rasurada y sudorosa vio algo rosado y extraño, un pequeño fragmento de carne que no alcanzó a asimilar. Él sólo reconocía las olas que volvían a llevárselos a un lugar en el que estaban solos en un amor y una tristeza que nadie más podía compartir, solos y cada uno aferrado al otro en aquella realidad para la que tanto se habían preparado y para la que ninguna preparación era suficiente.”
Una Asombrosa Aventura De Jules, de Emile Bravo. Volumen 2. Comic que le trajeron los Reyes a M que ya había leído el año pasado la primera parte. A ella le encantan las historias de Jules y a mí también. Si tenéis hijos a partir de 8 años, este tebeo es muy buena opción para que lean algo distinto, entretenido, divertido, con historia, personajes chulos y mucho humor. Además, en este volumen, en las tres historietas que lo comppnene se habla del cambio climático, de navegación, de genética e incluso de sectas. No estoy diciendo que un buen tebeo o un buen libro tenga que enseñar algo para ser mejor, pero que esas ideas estén en un tebeo es una buena manera de que los niños vayan conociendo más cosas. Pero que conste que el principal valor de las historietas de Jules es que molan mucho. Ya estáis tardando.
La Tejonera de Cynan Jones, enviado en este caso por la editorial Turner dentro de su colección “El cuarto de las maravillas”. A pesar, o precisamente por eso, de las grandes frases de su portada (creo que haré un post sobre estas frases) “Un nuevo clásico”, “Absolutamente magnética”, “Brillante, tensa, dura, inolvidable”, no me ha gustado nada.
Es una historia que en cierta manera se parece a la de El nadador en el Mar Secreto pero en vez de ser una novela breve muy brillante y conmovedora, ésta es un desastre. Dos historias sin mucho que ver que se supone suceden paralelamente en la campiña galesa. Una de ellas, la de David, tiene sentido e identidad en sí misma y consigue transmitir emoción aunque no sea nada original ni del otro mundo. La otra, la del “hombre corpulento” no aporta nada más que confusión y bastantes datos sobre la caza del tejón, un tema que lamentablemente me interesa cero. El estilo narrativo fluye bastante bien con la historia de David y es una carrera de obstáculos con los tejones.
“¿Cuántos recordatorios habría?, preguntó. ¿Cuántas veces me pasará esto? Es tan palpable su presencia aquí. Estaba al borde de la ira, pero de pronto lo asaltó un sentimiento triste y desesperado de cálido afecto por ella. Puedo aferrarme a ella, pensó. Dentro de mí puedo aferrarme a ella.”El puente de Brooklyn de Henry Miller, enviado también por Navona Editorial. Recoge una serie de relatos, todos con material autobiográfico como casi siempre en Miller, algunos mejores y otros peores pero todos muy reconocibles como suyos. Hacía muchísimo que no leía nada de él pero si lo pienso una serie de casualidades cósmicas hacían inevitable que llegara este libro a mis manos. Me fijé en la correspondencia entre Miller y Durrell que tenía en la estantería y escribí un post, decidí releer El Cuarteto de Alejandría que me encantó… y ahora reencontrarme con Miller.
Algunos de los relatos, especialmente el primero que es una especie de torrente narrativo de desgracias descritas por un personaje trágico, debieron ser una clara influencia en David Foster Wallace. La misma visión trágica y ácida de la vida, el mismo punto de vista desde arriba y la misma erudición apabullante que no te deja casi respirar. En el relato “Fricandó Astrológico” me he reído a carcajadas y no podía dejar de pensar en “El guateque” de Peter Sellers.
Miller no es para todo el mundo y creo que los Trópicos hay que leerlos de joven para que causen el efecto que deben, son una especie de pasarela a la vida adulta. Su correspondencia con Durrell, sin embargo, es una maravillosa manera de contemplar la vida de un escritor, entender su madurez, comprender la amistad y asombrarse por una vejez lúcida y plena.
“Resulta mucho más fácil suicidarse que matar el alma. Queda la duda - con la que ni siquiera el más decidido destructor puede acabar - de que eso sea posible. Si se pudiera llevar a cabo mediante un acto de voluntad no sería necesario invocar el destino, pero precisamente por la voluntad ha dejado de funcionar es po lo que el individuo desesperanzado se rinde a los poderes existentes.”Cadáveres en la playa de Ramiro Pinilla. ¡Qué pena me dio su muerte hace unos meses! Este nuevo caso de Samuel Esparza me lo regalaron por mi cumpleaños. Otra vez Getxo, volver a los escenarios que conozco desde que hace cuatro años comencé a leer a Pinilla, otra vez la playa, el Mar Cantábrico y la lluvia. Una lectura agradable, entretenida y que para mi es “casa”.
“Las playas como simple paisaje, pueden admirarse desde arriba, pero solo se sienten desde abajo”.Del Color De La Leche, de Nell Leyshan. Regalo de Nan por mi cumpleaños y comprado y dedicado en Tipos Infames.
Tercer libro en el mes con una historia trágica en un entorno rural. Mary, una jovencita con el pelo “del color de la leche” y una malformación en una pierna, cuenta su vida en una granja paupérrima en Inglaterra en la que vive con sus tres hermanas a las órdenes de un padre despótico que las obliga a trabajar de sol a sol.
No voy a descubrir nada más de la historia. A Nán le deslumbró y a mi me ha parecido normalita sin más. Contada con la candidez de una niña que ahora mismo estaría diagnosticada como Asperger resulta chocante y sorprendente en el estilo y la forma. Todo en minúsculas, en frases cortas, tal y como escribiría alguien que acaba de aprender a hacerlo. A mí esa forma de escribir me parece en sí misma un artificio para hacer la historia más dramática, intentar hacerla más real. No es una mala novela pero no me ha parecido nada del otro mundo.
Terminé el mes con El asesino de policías regalo de las princezaz y El Ingeniero por mi cumpleaños. Un nuevo caso del inspector Martin Beck ambientado en esta ocasión en Escania, en Malmo, escenario dónde muchos años después Mankell desarrolla todas las historias de inspector Wallander. Una novela policiaca entretenida aunque me ha parecido más floja que las anteriores.
“Tampoco le gustaba la idea de la mujer como objeto sexual en una sociedad donde ni siquiera el principio de igual remuneración por igual trabajo se cumplía”.
¿España 2015? No, Suecia 1973. Y seguimos igual.
En resumen, corred a leer El nadador de medianoche, conseguid Jules para vuestros churumbeles y vosotros y aprended algo de espías con Ben Mcyntire.
Con esto y un bizcocho hasta los encadenados de marzo.