Llegas a casa después de un día de mierda, has tenido un examen que te ha salido mal o en el curro te han echado una bronca que te mueres por algo que posiblemente no ha sido culpa tuya, has podido tener movidas con los colegas, con la novia y simplemente te apetece pasar del mundo por unas horas.Así que te sientas en tu sillón, o te tiras en la cama, alargas el brazo y pillas esa cosilla que tienes ahí al lado, amontonada en una pila con un montón de cosillas iguales. La abres y en ese momento el interruptor de tu cabeza se activa y entras en modo desconexión, eres uno con esa cosilla.
Esa cosilla es por supuesto un tebeo, abrir sus páginas y no saber qué narices te vas a encontrar, puedes ser testigo de una invasión extraterrestre, de una guerra entre superhéroes, un holocausto zombie o una bonita historia donde unos chavales no muy distintos de ti intentan simplemente cumplir sus sueños.
Amigos, un cómic, como un libro, una película, un videojuego o una serie (aunque ahora me centro en los cómics) es algo único. Es una droga que una vez se prueba se vuelve adictiva y que además es totalmente sana y que puedes compartir con tus amigos a la vez que estos te prestan también parte de las suyas. En serio, esto puede parecer muy chorra, pero pensadlo, este simple objeto inanimado lleno de emociones y aventuras, no te va a fallar, sabes lo que te va a ofrecer y normalmente te va a dejar con ganas de mucho más. Ahora llega la parte autobiográfica para dar fuerza a estas palabras.Llevo unos años un poco chungos entre problemas laborales, personales y especialmente familiares y los amigos siempre han estado ahí para ayudarme pero cuando hay momentos en los que necesitas estás solo o bien no te apetece cargarles más con tus historias, ir a la librería el primer jueves de cada mes (soy Marvel Zombie, que le voy a hacer…) y cargar con la inmensa cantidad de grapa mensual que compro, llegar a casa y mientras te tomas algo fresquito y seleccionando el orden en el que vas a disfrutar de los tebeos, flipar con las portadas o directamente wasapear a los colegas sólo para hacerles participes de que te acabas de arruinar comprando un montón de papel con dibujos… esos momentos molan.Al igual que recordar alguna historia que te haya puesto los pelos de punta, rebuscar en cajas o en las estanterías y volver a leer la Muerte de Gwen Stacy, Invencible, Los Muertos Vivientes, los X-Men de Claremont, Ultrón Ilimitado, Dragon Ball, el Thor de Simonson, el Spider-Mande Straczynski o Predicador de Garth Ennis. Leerlos como si fuera la primera vez. Placeres amigos, auténticos placeres.Muchas veces me lo pregunto e incluso hago medio encuestas con mis amigos del medio y muchas veces me gano miradas raras aunque me da igual. Lo que me pregunto es si sería capaz de vivir sin cómics, pues gente, tengo claro que no, son demasiado importantes para mí, me han ayudado mucho y me han aportado demasiado como para dejarlos de lado. Así que hoy y siempre lector de tebeos.Y vosotros ¿os veis capaces de dejar de leer cómics? Si la respuesta es que sí, mejor no me digáis nada.Y bueno esto ha sido todo. Soy Yota, de LosArchivos de Typhares, Nuestros Cómics, Fandom Magazine, GenComics, Hellpress, Hemeroteca X-Men y Vivir es una Película, agradecer a Mike la oportunidad de escribir para el aniversario de la maravillosa bitácora What´s The Rumpus. Espero que seguir siendo amigo del escriba mayor de este blog por muchos años más y leer centenares si no miles de entradas tuyas.