Leer un libro antes de dormir es uno de los consejos más dados al presentar problemas del sueño pero al parecer esta recomendación tendrá que hacerse con cuidado ya que un reciente estudio sugiere que leer en un dispositivo electrónico antes de ir a dormir puede alterar el ciclo del sueño. Por lo tanto no sería recomendable si desea tener un sueño reparador leer un libro electrónico o navegar por internet antes de ir a la cama.
En la investigación se estudió durante dos semanas los patrones de sueño de 12 participantes que leyeron en un iPad cuatro horas antes de irse a dormir durante cinco noches seguidas. Luego, el experimento se repitió pero con libros impresos. Los científicos descubrieron que al leer en una pantalla iluminada, los participantes tomaron un promedio de 10 minutos más para conciliar el sueño y recibieron 10 minutos menos de sueño REM. Además, muestras de sangre mostraron que también tenían niveles más bajos de la hormona del sueño “melatonina” lo que retrasó su ciclo circadiano retrasado por más de una hora.
Los participantes tomaron un promedio de 10 minutos más para conciliar el sueño
No obstante, se requieren estudios más completos y que manejen una muestra más representativa. Charles Czeisler autor principal del estudio dijo a la BBC: “La luz emitida por la mayoría de los e-readers incide directamente en los ojos del lector, mientras que a partir de un libro impreso o el Kindle original (sin luz), el lector sólo se expone a la luz reflejada desde las páginas del libro”. Agregó que la pérdida de sueño puede conducir a una serie de problemas de salud como la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y hasta cáncer.
La alternativa sería entonces volver al clásico libro de papel o evitar los lectores que emiten luz o hacerlo en los de tinta electrónica que replican en formato digital la experiencia de lectura de un libro de papel. La razón de esta diferencia está en que en el caso de los e-readers iluminados o tabletas, la luz va directamente a los ojos del lector.
La investigación fue publicada en la revista Proceedings of National Academy of Science y puedes leer el abstract aquí.
Fuente: The verge
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