Revista Cultura y Ocio

Leer es una vergüenza

Publicado el 07 marzo 2016 por Laura Coll Rigo
Me gusta Crepúsculo. Ya está, al fin, me he atrevido y lo he dicho. Oh. Mi. Dios. Ahora se va a enterar todo el mundo, voy a perder seguidores de un día para otro, va a caerme un aluvión de críticas, voy a tener que cerrar el blog, dejaré de leer libros, caeré en una profunda depresión, subiré al tejado más alto de la biblioteca (bueno, el único tejado que tiene) y me suicidaré.
No. Seamos realistas. Eso no va a pasar. Lo que sí es cierto es que me da un poco de reparo admitir que he leído Crepúsculo y me ha gustado (lo digo así, en alto, como intento de perder la vergüenza). A pesar de las numerosas críticas y el desprecio que ha recibido esta saga, a mí me ha gustado. Y estoy segura que muchos otros si tú también te lo digo a ti han disfrutado no mires a otro lado, que te he pillado de leerla admítelo. Y si no, que se lo pregunten Stephenie Meyer, que no se habrá hecho millonaria sólo a base de vender camisetas de Edward y Jacob.
A ver, no soy una fan loca de esas, ni estoy imprimada (este término apesta, al principio pensaba que era un error de imprenta,) de la saga, pero me ha gustado. Lo que pasa es que me cuesta admitirlo, es algo que me avergüenza, es como ese secretito oscuro que todos escondemos bajo el sofá. No quiero ir en el autobús con el libro en mano, ni mencionar que  estoy leyendo la saga y mucho menos, confesar a nadie que es la tercera vez que la leo porque me gustó mucho. Me da la impresión de que la gente me va a juzgar por ello, que van a pensar "otra adolescente boba más" o "otra fan de Jacob y Edward" o "otra fan loca enamorada de Robert Pattinson". De verdad, si tuvierais que elegir entre sentaros al lado de una chica que lee Crepúsculo y otra que está leyendo Orgullo y prejuicio, ¿a quién preferiríais? ¿Y si fuerais un chico? Sólo por estar leyendo romance no me miraríais dos veces.
Leer es una vergüenza
Ya basta de prejuicios, de juzgar a alguien por gustarle u odiar determinado libro.Yo también leo clásicos. Yo también leo thrillers. Y sí, yo también leo juvenil. Es más, creo que, no, estoy totalmente segura de que en mi blog podréis encontrar reseñas de casi todos los géneros. Así que, me niego a que me juzguéis sin conocerme.
Ya estoy harta. ¿Por qué un tipo de literatura tiene que tener más valor que otra? ¿Por qué leer un clásico está mejor considerado que leer Cazadores de sombras? ¿Por qué la gente considera que la literatura juvenil es basura, que no tiene valor ni calidad? Sí, esa gente que se da aires de intelectual, de modernos o Cooltureta, esa gente que no se acerca a menos de cien metros de un libro juvenil si no es con traje espacial y pinzas, por si acaso es radioactivo. Estoy cansada de que me miren por encima del hombro, y que me digan con superioridad cosas como "tu blog está muy bien, pero es que hablas de literatura juvenil" o "No sé cómo con veinte años aún te gustan los mismos libros que los niños de catorce".
Leer es una vergüenzaEs una verdad universalmente reconocida que todos los libros tienen sus defensores y sus detractores. Todos somos diferentes (no importa lo mucho que intentemos encajar), tenemos gustos diferentes y opiniones diferentes. Uno de mis libros favoritos es El juego de Ender, pero he encontrado varios blogs donde lo ponen negro. ¿Y qué? No pasa nada, es más, esas son las reseñas que más me gustan, pues me permiten ver mis libros favoritos desde otra perspectiva.
Con los clásicos debería pasar lo mismo: es imposible que gusten a todo el mundo, por muy clásicos que sean. He hecho un pequeño experimento. De las reseñas que aparecen en las cinco primeras páginas de Google sobre el clásico Jane Eyre, ¿adivináis cuántas había negativas? Ni una. NI UNA. Solamente he encontrado una que decía que era regular, pero aún así, recomendaba el libro. No quiero decir que Jane Eyre no sea una buena novela (no la he leído, así que no puedo opinar), puede que sea excelente (y si no, preguntad a Book eater. O mejor, no preguntéis, es por vuestra seguridad), pero me parece increíble que nadie pueda encontrarle un solo inconveniente.
Y es que, queramos reconocerlo o no, tenemos miedo a ir contracorriente. Con los libros juveniles eso no pasa, cada uno dice lo que le viene en gana, porque aún no se ha alzado una voz mayoritaria que diga eso es así y punto. Eso no pasa con los clásicos: está claro que si un libro es un clásico ha de ser bueno sí o sí. No importa si no sabes nada de la cultura y los dioses griegos: La Ilíada es un libro absolutamente genial. ¿Por qué? Porque es un clásico, ¿acaso se necesitan más razones?

Leer es una vergüenza

Así deberían lucir nuestras estanterías, sólo clásicos ¬¬

Nadie quiere admitir que no le gustó Orgullo y prejuicio, por miedo a ser tildado de inculto. Por favor, ¡es un clásico! ¿A quién no le puede gustar? Por eso, o bien mentimos y hacemos lo que el resto, o bien callamos y esperamos que nadie nos pregunte. Hay que terminar con este miedo, no todos somos iguales. No porque un libro sea famoso o un clásico tiene por qué gustarnos. Es más, ya ha llegado el momento en que sepáis, aunque sea duro de aceptar, que hay gente a la que no le gusta Harry Potter, y no pasa nada, también tiene derecho a existir (En este blog no se tolera la violencia, así que bajen sus varitas y nada de Avada Kedavras, gracias).
Ver a alguien leyendo Los pilares de la tierra causa respeto; ver a alguien leyendo Fangirl, no. Y eso no debería ser así. El simple acto de leer un libro, sea del género que sea, merece respeto. ¿Qué a ti te parece que 50 sombras de Grey solo sirve como papel de váter? Pues vale, siento que hayas gastado el dinero en un libro que no te ha gustado. ¿Qué a ti te parece que El guardián entre el centeno es un aburrimiento absoluto? Pues vale, no será por libros en este mundo. Pero eso sí, justifícalo. No vale eso de ir de hater por el mundo, criticando cualquier libro que pasa por tus manos solo para crear polémica. Las opiniones siempre desde el respeto y con argumentos.
Leer es una vergüenza
Además, la novela infantil y juvenil tiene algo que no tienen las demás: crea lectores. Venga, pensad un poco, ¿cuál fue el primer libro de vuestra infancia? Puede que alguno de vosotros haya empezado su vida de lector con algún clásico, pero dudo que seáis muchos. La novela infantil y juvenil es la encargada de familiarizarnos con los primeros libros y de allanar el terreno para que, llegados a cierto punto, estemos preparados para comprender los clásicos.
Por eso, me parece un error incluir clásicos entre las lecturas obligatorias del colegio. ¿Pero cómo vas a enganchar a un niño a la lectura si con 14 años le obligas a leer El Quijote? Mis prejuicios respecto a la literatura catalana vienen precisamente del colegio: La filla del mar, Aloma, Terra Baixa,.. Durante toda mi etapa escolar creí que sólo existía literatura catalana en formato teatro y sobre el siglo XIX. No me acostumbraron a leer juvenil en catalán, por lo que, a pesar de que es mi lengua materna, siempre que puedo leo en castellano (y estoy cursando Filología catalana, lo sé, no tiene sentido).
Leer es una vergüenza

Lo que se critica mucho últimamente (y por eso empezó siendo mal visto Crepúsculo) es los valores que fomenta la literatura juvenil, valores que luego se convierten en modelos a seguir. A pesar de todo, no me voy a meter ahora en si Edward es muy sobreprotector, si la protagonista de After es una pánfila, en la necesidad de una literatura con protagonistas autosuficientes o en el éxito del estereotipo chico malo-chica buena. Lo primero lo trataré en la reseña del libro, lo de After lo dejaré en el aire porque no he leído la saga, del tercer caso diré que últimamente me faltan ejemplos de chicas que no sean fuertes y rebeldes y de lo último solo diré que es entrar en un eterno retorno: ¿la literatura refleja la realidad o la crea?
En un principio esto no iba a ser una entrada, sino una breve introducción a la reseña de Crepúsculo, pero entre una cosa y otra, se me ha ido de las manos y este ha sido el resultado. La conclusión de todo esto es que no porque leas clásicos eres un erudito y no por leer literatura juvenil eres un inmaduro. No hay géneros mejores y peores y nadie (ni siquiera la masa) puede decirte que un tipo de lectura es basura y otra no. No tienes que dejarte influenciar por aquellos que te rodean, ten tu propio criterio, y deja atrás el miedo que te impide decir lo que de verdad quieres decir. Lee, no importa qué, pero lee siempre: al final, eso es lo verdaderamente importante: leemos, no para seguir una moda, sino para crecer como personas.
Leer es una vergüenza

Bueno, y después de haber soltado este rollo, es vuestro turno. Venga va, criticadme sin tapujos, aplaudidme hasta rabiar, tiradme tomates, enviadme regalos (la dirección es: Narnia, Tercera estrella a la derecha, C/ de magia, Nº Cero,1984), poned mi blog en la lista negra o en un altar. Todo eso me da igual, lo que de verdad me importa es que comentéis. ¿Estáis de acuerdo conmigo? ¿Os avergonzáis de alguna lectura? ¿Sois de los que sienten prejuicios? ¿Cómo es vuestra relación con los clásicos? ¿Qué hay de la literatura juvenil?
Por cierto, os dejo con este enlace al blog El rincón de Chincla, que también hizo una entrada muy interesante sobre el tema

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