Leído: Un monstruo viene a verme de Patrick Ness

Un monstruo viene a verme es uno de esos libros cuyo argumento no podría ser más sencillo. El argumento podría resumirse en una sola frase: “Mi mamá tiene cáncer” y ya solo con eso te imaginas lo duro que va a ser el libro, porque si hay algo que nos hace comunes a todas las personas es que todo el mundo tiene una madre y que todo el mundo fue un niño. Creo que esta es la base del éxito de esta historia, lo fácil que es identificarse con el protagonista. Patrick Ness de nuevo da una muestra de su maestría, ya que en ningún momento pensamos “que niño más tonto” o “que niño más bueno”. El personaje, Conor, está tan magníficamente construido que no puedes ponerle ninguna pega porque es completamente natural, es simplemente él mismo. Gracias al monstruo que viene a visitarle conocemos su lado más profundo e introvertido, ya que este actúa un poco como el narrador de su subconsciente diciéndole cosas que no sabe sobre si mismo, o cosas que si sabe pero no quiere aceptar.

Tengo que reconocer que he llorado con este libro. Mucho. Quizá lo peor es lo aplicable que es a todo, ya que te enseña que es inútil luchar contra la realidad, solo cabe aceptarla.

El otro gran personaje del libro es en mi opinión la abuela, ya que representa aquello que no te gusta pero es bueno para ti y lo mejor de todo, de nuevo dando una ducha fría de realismo la abuela no es buena ni mala, simplemente es la abuela y es magnifica una frase en el final del libro que define en mi opinión la relación de todos los nietos con sus abuelas, ya que su madre (la del niño) era la persona más importante para los dos. Eso, como dice en el libro, es tener mucho en común.

Otra gran enseñanza de este libro es la sinceridad. La sinceridad puede curarlo todo, especialmente a uno mismo y ser sincero con uno mismo es quizá lo más difícil (sin duda es lo más difícil que tiene que hacer el niño) pero es fundamental si queremos ser personas sanas. De nada valen todas las rebeliones de Conor, todas sus acciones desesperadas. Si no eres sincero nada vale.

Tengo que reiterar de nuevo lo realista que es esta novela incluso en su parte más fantástica, el monstruo, que tampoco es bueno, ni es malo, es una metáfora de la realidad, que no edulcora los tragos amargos ni se ensaña con las miserias, solo está ahí para acompañarle y tirar de la lengua a su diálogo interno.

Lo peor de todo, es que a pesar del triste final, el libro es optimista, la vida es dura, pero todo se supera. Esto no quiere decir que vas a acabar el libro con una sonrisa en la cara, ni mucho menos. Vas a llorar, asegurate de tener tiempo porque después de acabarlo vas a necesitar un par de horas para recuperarte. Si quieres una historia amable busca otra cosa porque este, es un retrato de la vida, y como en la vida, no hay compasión. Vas a llorar.

Silvestre Santé