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Leproso porvenir

Publicado el 21 mayo 2013 por D10
Desde Corinthians para acá, ha sido una semana entretenida para observar a quienes por falta de argumentos van apuntando la oquedad de las convicciones según la conveniencia. 

Orión, con tres atajadas, es la figura del partido, mientras que Riquelme, con tres jugadas, no sirve de mucho. Lejos de hacer una valoración futbolística se cuelgan de supuestas enemistades para encolumnarse detrás de uno solamente con el objetivo de estar en contra del otro. 


Más allá de que el futbolista no necesita defensa puesto que desarrolla una actividad cuyos errores y aciertos son fáciles de divisar por cualquiera, Riquelme, Orión, Ervitti, Somoza, Falcioni, y todos, no necesitan defensores más tontos que ellos mismos. 


De igual manera sucede con las ideologías. Parece que jugar con cuatro volantes a algunos les resulta mayor desgaste cuando en realidad se corre menos a lo ancho, de manera que el desgaste de los volantes es menor. En fin, así somos.   

El famoso 4-4-1-1 

La idea de los cuatro volantes de Boca, entre otras razones como la intención de tener llegada de frente al arco, tenía la intención de defender la virtud ofensiva principal del Corinthians consistente en un ataque con mayoría de jugadores detrás de la línea de la pelota llegando siempre vacíos sin referencia en el área. El gol de Boca, dicho fuese de paso que evidentemente había una orden hacia los jugadores de patear desde cualquier lado ya que tanto Erbes como Blandi y el rengo lo intentaron en varias oportunidades,  obligó a los brasileros a tomar la iniciativa y pese a que pudo, cuando Paulinho se decidió,  haber ganado el partido por goleada sin contar los errados fallos arbitrales,

no tuvo mejores variantes que los peligrosos centros al segundo palo que complican a los arqueros.
La imprecisión de los jugadores de Boca,

más el estado del campo,

más la presión del Corinthians que supera fisicamente a Boca en forma notable, le impidieron al equipo de Bianchi sostener la pelota, y pese a no haber quedado nunca mal parado ni haber sido sorprendido por el equipo brasilero, tampoco pudo cortar el circuito del Corinthians que terminó la mayoría de las jugadas en zonas de mucho riesgo.

Es cierto que la mayor falencia del Boca actual ha sido la recurrente imposibilidad de terminar las jugadas, ya fuese por apuro o por imprecisión o por virtudes de los contrarios, Boca pierde la pelota antes de definir, entonces queda expuesto, impedido de recuperar espacios en defensa. Los cuatro volantes podrían facilitar el retroceso, sin embargo, está obligado a ejercer una presión más retrasada. Por otra parte, la subida de Clemente, quien fue casi impasable para el Corinthians, deja de ser un método previsible para convertirse en un recurso interesante.
Pese a que contra Ñuls, según informan, colocará Bianchi a Martínez en lugar de Sánchez, ya sabemos que no pocas veces el burrito jugó más de volante que de puntero en algunos partidos de la copa. Incluidos los mejores partidos de Boca, vs. Nacional en la bombo, y el primer tiempo vs Barcelona en el mismo legendario estadio. Por otra parte, habrá que esperar el reencuentro de Erbes con su ritmo después de no haber tenido un buen partido contra Corinthians, y un mejor Ervitti con la pelota aunque fuese en detrimento de su apreciable entrega. Para mí es un partido para Silva, pero allá Bianchi que no me escucha. Aparte otra cosa, Bianchi, tú no has ganado nada.
Por otra parte, es determinante para Boca qué tan rengo está el dr. Román y ver si se puede organizar una suelta de palomas a la hora del partido. De la influencia del |10| en el equipo ya hemos hablado mucho.

Duérmete niño duérmete ya que viene Scocco

Ñuls peca de ingenuidad, es un equipo sin conducción dentro y fuera de la cancha, con entrenadores más preocupados por pelearse con el árbitro que por pensar en lo que pudiese beneficiar al equipo, y como buenos y respetables bielsistas, creen que toda pelota que cachan debe tener destino vertical. Tendrá que graduarlo o depender de la eficacia ofensiva, de lo contrario, al juego del Boca lo llamaron.
Scocco, como sabemos, está en su momento flow: entra, la rompe, y a descansar. Casco, Bernardi, Maxi, Figueroa, gracias a la libertad que les da el entrenador, audaces, decididos, y precisos, en determinados momentos del partido donde el rival acusa un pronunciado bajón, parecen imparables. Y Cruzado es el jugador más inteligente del equipo, es el más capacitado para decidir por sus propios medios el destino de las jugadas ofensivas. Según cuál fuese la libertad de Cruzado y la correspondencia de sus compañeros, Ñuls podrá conseguir lo que más que nunca necesitará el jueves: Cambio de ritmo, ralentizar un poco el asunto para no convertir un partido ampliamente favorable en un partido de ida y vuelta constante donde gana el que menos se cansa.
Los entrenadores tienen un trabajo muy entretenido previo a los partidos que consiste en  buscar argumentos para formarse una opinión, actividad que exige una mayor utilización de las neuronas que hacerlo a la inversa. Después la caprichosa (hablando de Quique Flow), tiene la ocurrencia de hacer más caso al estonudo del alcanzapelotas que al magistral pie del volante izquierdo,
y quedan como idiotas ante la sabia superstición general.
Leproso porvenir

Las formaciones:

Ñuls:
 Guzmán, Cáceres, Bergini, Heinze, Casco, Figueroa, Ronso, Mateo, Cruzado, Maxi, Scocco.

Boca: 

 Orión, Marín, Caruzo, Burdisso, Clemente, Erbes, Somoza, Ervitti, Martínez, Riquelme, Blandi.
No sé qué árbitro han designado, esperemos que no empezaran a cobrar retroactivos, no solamente por el bien de Boca y de Ñuls, además para que el partido no estuviese desvirtuado por los hombres de negro.
Ojalá sea un lindo partido para disfrutar con nuestros seres queridos. Mi madre hará comentarios como "Bianchi, con esos lentes, está parecido a bubi Allen", y no me quedará más remedio que consolarla en la derrota de su equipo. Disfruten.
*Desafortunadamente no cuento con el tiempo necesario para ilustrar de manera completa con imágenes lo que expongo por escrito. Tengo una boca que alimentar (la mía), y con tal de tener excusa para no hacer algo mejor soy capaz de negarme a recibir el estipendio de altas sumas en dólares.

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