Para adentrarnos en la figura de Mervyn LeRoy (1900-1987), Genovés toma prestado — de una forma muy original, dicho sea de paso— el personaje de John L. Sullivan en Sullivan´s Travels (Los Viajes de Sullivan, Preston Sturges, 1941), dibujando el retrato de un cineasta que había comenzado su carrera cinematográfica sobre las tablas del vodevil. Este hecho, estos orígenes, se harán notar posteriormente, cuando tome las riendas de la dirección, pues a pesar de tocar todos los palos y de contribuir notablemente a la consolidación de géneros cinematográficos como el carcelario o el de gángsters, LeRoy destacará precisamente en la comedia musical, testimoniando su amor por el vodevil en uno de sus últimos y más importantes trabajos, Gypsy (La Reina del Vaudeville, 1962). Jefe de producción de la Metro-Goldwyn-Mayer desde 1937, fue el ejemplo perfecto de productor/director, debutando en esta nueva condición con The Wizard of Oz (El Mago de Oz, Victor Fleming, 1939) un proyecto cuya autoría – según Genovés- deberíamos atribuirle.
Natalie Wood en Gypsy
Lewis Milestone (1895-1980), «cineasta de trinchera», fue un director independiente que encontró en Hollywood su «campo de batalla». Inicialmente identificado con el género bélico gracias a títulos como Two Arabian Knights (1927) y All Quiet on the Western (Sin novedad en el frente, 1930), por los que recibió sendos Oscar y en los que se denota un claro antimilitarismo, brilló, sin embargo, en la comedia y el drama social. Fuera en uno u otro género cinematográfico, en todos ellos exploró la camaradería masculina, una temática que lo coloca junto a directores como John Ford, Howard Hawks o el ya citado Victor Fleming, entre otros. Con Ocean´s Eleven (La cuadrilla de las once, 1960) y Mutiny on the Bounty (Rebelíon a bordo, 1962), dos de sus títulos más conocidos, Lewis Milestone pone el broche de oro a una carrera de más de cincuenta años.MERVYN LEROY Y LEWIS MILESTONE. Cine de variedades vs. de trinchera, es el primer trabajo que se publica en castellano sobre estos dos grandes directores, un motivo más que suficiente para interesarnos por un ensayo escrito con la habitual pericia de Fernando R. Genovés. Además, en una clara apuesta por la autoedición, la inmediatez y los nuevos usos y costumbres, sólo podemos adquirirlo a golpe de «click» aquí
Así que… cámara y ¡acción!