Ahora que estoy a punto de empezar Savia negra, la continuación de Flores de sombra, no puedo evitar compartir con vosotros una poesía de su autora que he encontrado en su facebook. Tal y como yo la he interpretado, quizá no sea apta para menores de 13, pero no seré yo quién juzgue quién puede leer qué.
Os recuerdo que, tras el abandono de Alfaguara del proyecto, Savia negra saldrá a la venta en formato digital el 21 de junio y contará con una fiesta de presentación ese mismo día en Madrid. Estoy convencida de que esta segunda parte va a ser espectacular, pero ya os ocntaré cuando la termine. ;)
Caperucita
Yo estuve dentro del calor del lobo.
Su carne respondía a mi tacto
con tímidas contracciones,
me humedecía la piel
como una casita hecha de lenguas.
Cada pequeño movimiento suyo
repercutía en toda la atmósfera:
la oscuridad era rosa por dentro,
el sueño de la carne;
su corazón era un sol de sonido.
Habría sido feliz si me hubiera digerido
convirtiéndome en uno más de sus sentidos;
navegando en su sangre,
pulso húmedo contra la sequedad del tiempo.
Nada basta
cuando se ha estado dentro,
cuando la caricia devora los sentidos,
cuando el dolor multiplica la carne.Si quieres seguir leyendo, visita Librohólic@s. :)