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Life’s too short: si te tomás la vida en serio estás perdido (diría Pla)

Publicado el 01 febrero 2012 por Malena

Life’s too short: si te tomás la vida en serio estás perdido (diría Pla)

Warwick Davis tenía 13 años cuando se calzó por primera vez un disfraz que lo tapaba por completo. Con el tiempo, su persona (su cara en menor medida) iría haciéndose conocida en cuanta producción de ciencia ficción o fantasía necesitara un actor pequeño. Pero, como casi siempre pasa, Warwick siempre quedó ligado a papeles secundarios en producciones fantásticas. Fue “el enano”, como él mismo dice, de Star Wars, Harry Potter, Laberinto, Leprechaun, Narnia y Merlín. Tuvo su época de gloria como protagonista de “Willow” la película creada por George Lucas donde Val Kilmer, en pleno 1988, fue relegado a ser su sidekick.

Podrían existir muchas formas de que Warwick Davis hablara de su vida pero, para fortuna de todos, no es a través de la autocompasión. Por el contrario, cuando Davis fue invitado a participar en Extras (aunque “en el capítulo de Daniel Radcliffe”) le propuso a Ricky Gervais y a Stephen Merchant hacer una miniserie sobre su propia vida. Siempre pensada desde el humor ácido y la incorrección, Life’s too Short, desde su título, fue pensada como un retrato irónico de la vida desde el metro de estatura.

 

Life’s too short: si te tomás la vida en serio estás perdido (diría Pla)

El estilo guarda muchas similitudes con Extras, aunque si se lo mira con atención.. guarda incluso más parecidos con la serie argentina “Todos contra Juan”. Bueno, dudo que Ricky la haya visto pero hay que decirlo. La idea parte de un falso documental con Warwick como eje, haciendo de él mismo en un mundo aparentemente real. Es un actor engreído, anclado en la época de Willow y convencido de que es una celebridad, aunque el teléfono no le suena hace rato. Sus ganas de disimular la carrera que va en picada son tan fuertes como la escalada de sus problemas profesionales y personales.

En pleno juicio de divorcio y escarbando en su agenda de contactos, relata el día a día de su historia. Los creadores de la serie, Gervais y Merchant, son personajes recurrentes. Ambos hacen, obviamente, de sí mismos y son tanto o más soberbios que el propio Davis, aunque se los pinta como exitosos y desganados empresarios, que se pasan el día tras un mostrador haciendo lo imposible por evitar a los pesados que llegan a pedirles trabajo.

La serie cuenta con siete capítulos de calidad variable, aunque en términos generales logra que el protagonista empatice con los espectadores. Uno, a la larga y aunque Davies sea insoportable (dentro del planteo de la serie claro), quiere que finalmente le vaya bien. Lo cierto es que, al igual que en Extras, el personaje es puesto continuamente en situaciones patéticas y absurdas que lo dejan mal parado o simplemente lo entierran por su propia falta de habilidad y pedantería.

Life’s too short: si te tomás la vida en serio estás perdido (diría Pla)El humor negro rige la serie, aunque con frecuencia se recae en gags sobre el enanismo de Davis. Algunos son efectivos, pero como todo humor que apela a cuestiones físicas, la reiteración a veces aburre y hasta resulta un poco ofensiva… momento, ofensiva? La palabra mágica. Se ha acusado a Ricky de muchas cosas y esa es seguramente la más recurrente. Gervais, así como Davis, usan la ofensa como arma de doble filo, para que la tome o la deje el espectador. Y dejarla quiere decir dejar también la serie. Quizás los temas que aborde Life’s too Short no sean tan osados y jodidos (así como gloriosamente tratados) como ocurría en Extras, pero su gran dosis de “hacer chistes con lo que no se debe” obviamente pone reservas al momento de recomendar esta serie a cualquiera.

Si te gustó Extras, es sumamente recomendable que veas Life’s too short. Quizás no sea tan buena, es cierto, pero se la ve rapidísimo y tiene algunos momentos que rozan la genialidad. En términos generales quizás tiene varios momentos no-graciosos, más de los que debería, pero la evaluación general, de mi lado, es positiva. Sobre todo es destacable que la idea y la mayoría de los chistes hayan salido del propio Davis. Muchos de los chistes referidos a su vida cotidiana parecerían exageraciones si no fueran verdades dichas por él mismo, por ejemplo que tiene que usar un lampazo en los supermercados para alcanzarse los productos de los estantes más altos. Sin embargo, el chiste no está en reirse de esas dificultades, no. Sino del absurdo empleado que quiere obligarlo a comprar el lampazo porque “acaba de usarlo”.

Life’s Too Short por momentos puede parecer una serie que se ríe de la gente pequeña, pero quedarse con eso sería tapar la totalidad, no escuchar al propio Davis. Lo que él toma a chiste es cómo la sociedad se planta frente a un enano que entra a un restaurant (suponiendo que la chica de las mismas características que espera adentro tiene que ser su pareja) o un shopping. Cómo uno mismo, independientemente del grupo al que pertenezca, puede ser discriminador con sus pares, sólo por esa búsqueda permanente de la normalidad. Cómo se puede hacer chistes, en fin, con todo sin importar lo que digan, porque que de igual lo que digan es el punto de partida de la serie.

Otro fuerte son las intervenciones de actores famosos, en especial de Liam Neeson y Johnny Deep. Neeson llega ante Ricky, Stephen y Warwick y les pide ayuda para hacer un número de stand up, ya que se considera gracioso. No solamente es super osado el nivel de maldad con que la serie se ríe de “los temas con los que no se puede bromear”, sino la interpretación caracúlica de Neeson que de ser tan malo para el humor pasa a ser brillante. Y, por el lado de Johnny Deep, sirve como vehículo para burlarse de quienes se ofendieron con las palabras de Gervais en los Golden Globes del año pasado.

Life’s too short: si te tomás la vida en serio estás perdido (diría Pla)

Mención aparte para los personajes secundarios, en especial para la formidable Rosamund Hanson en el papel de la secretaria de Warwick y Steve Brody como su empleado contable. Los dos concentran todo el prejuicio automático del mundo, exagerado desde el absurdo y lo inimputable.

Life’s too short quizás tuvo algunos elementos faltantes, como más seguidilla de chistes, hasta llegar a ese nivel de incomodidad extrema que alcanzaba con maestría Extras. No obstante, tiene muchos otros alicientes que la meten en un terreno poco frecuentado por la comedia: el humor negro sobre cosas serias hecho y pensado, justamente, por quien debería ofenderse. Eso la coloca en un lugar especial, destacable. No faltarán ofendidos, pero claro… eso es parte del juego que Gervais propone hace rato.

Lo cierto es que Life’s too short pone todas las cartas sobre la mesa, quizás se queda a medio camino y no tiene un final feliz (aunque sí una segunda temporada para… 2013), pero pone a todos en la situación de preguntarse… ¿qué personaje se está burlando de mí, aunque no quiero admitirlo? Quizás el que trata de reconfortarlo diciéndole que al menos tiene los brazos largos, que el mundo laboral lo está esperando en su inmensa amabilidad y tolerancia, que a las chicas no les importa. Life’s too short tiene una segunda lectura que la trasciende y es dejar en evidencia hasta qué punto la corrección política puede ser más ofensiva y nefasta que relajarse y entender que hay que reirse de ciertas cosas, porque sólo de ese modo dejan de ser un obstáculo.

Título original: Life’s Too Short
País: Gran Bretaña
Año de emisión: 2010
Cadena: BBC Two
Creador: Ricky Gervais, Stephen Merchant y Warwick Davis
Temporadas: 1
Cantidad de episodios: 7

 


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