Lo advertía el propio Abbas Kiarostami en rueda de prensa tras su estreno mundial en Cannes: "la película no tiene ni principio ni final. Los espectadores son lo suficientemente inteligentes para saber qué pasó antes y qué pasará después. Ninguna historia tiene principio ni final. Si comprendes, significa que lo que sientes o la forma de expresarlo es muy cercano a lo que muestra la película". Ante semejante afirmación, (cabe destacar que su título inical era "The End") es comprensible que la 'aventura japonesa' del director de "Copia Certificada" acabara levantando los abucheos de muchos, pero también el entusiasmo de otros. Y precisamente, ese entusiasmo es el que nos ha contagiado para programarla en el Atlántida Film Fest.
¿De qué va?
Tras el éxito de Copia Certificada, Abbas Kiarostami se lanzó a su producción más ambiciosa: un triángulo amoroso ambientado en Japón cuyos vértices los forman una chica que se gana un sobresueldo alquilando su cuerpo, su aspirante a novio, torpe y celoso, y un profesor de avanzada edad que encara el invierno de su vida dispuesto a seguir disfrutando de una buena compañía.
¿Quién está detrás?
Kiarostami ha decidido que es hora de regresar al laberinto de espejos con el que se labró su reputación de gran modernista allá por 1990, con Close Up. "Like Someone in Love" parece un regreso “evolucionado” a esos orígenes.
¿Quién sale?
Rin Takanashi en la piel de una joven Akiko que directamente nos evoca la protagonista de "Millenium Mambo". Tadashi Okuno en la piel de un viejo no tan verde cuya "Lolita" no responde a Peter Sellers, y Ryo Kase como un celoso gañán enamorado, aspirante a novio.
¿Qué es?
Copia Certificada + Millenium Mambo o mejor dicho, el regreso a los orígenes de Abbas Kiarostami.
¿Qué ofrece?
Descrita como la continuación de "Copia Certificada", "Like Someone in Love"significa mucho más el retorno a los orígenes del director de "Close-Up" (ese cine imprevisto, crudo e inmediato) que la secuela de una película que contaba con Juliette Binoche. Un sagaz e intuitivo juego de espejos y pasiones cruzadas en el que, la confusión de identidad provoca, en este caso, un entrañable baile de máscaras protagonizado por esta particular "Lolita" japonesa y su cortés galán enamorado. Una propuesta cuya engañosa ligereza se contrapone a su locuaz desparpajo, cuyo radical corazón también se disfraza de aparente livianidad, como si de la copia no certificada de su anterior y grandilocuente película se tratara. Kiarostami vuelve a ser Kiarostami en esta experimental comedia costumbrista que también sirve para recordarnos quien es el director que mejor rueda sobre cuatro ruedas. Tan misteriosamente encantadora como intelectualmente estimuladora y visualmente hipnótica, destilar en toda su pureza la mirada de un cine tan inteligentemente personal resulta un placer, pero también un reto, un juego, solo comparable al de estar enamorado. Precisamente, "Like someone in Love".