Cada vez que nos empezaba a doler la garganta, ella siempre nos hacia una limonada caliente con miel, para aliviar el dolor y darle al cuerpo esa vitamina C que tanto necesitábamos.
Es muy sencilla de preparar, calienta una taza de agua en el microondas, le agregas el zumo de medio limón y una cucharadita de miel, remueves y listo.
A mi me encantaba cuando era pequeña y aun hoy, cuando me resfrío, sigo tomándola antes de dormir.

¿Y a ti que remedios casero te daba tu madre para los resfriados? Escríbelos en los comentarios, estaré encantada de leerlos.
