Estamos de “congratulations” para el lince ibérico (Lynx pardina), hace varios días se han inaugurado en elZoobotánico de Jerez unas nuevas instalaciones para poder mostrar al público esta singular especie. Como viene siendo habitual en estos casos las representaciones y el boato para una buena foto no se han hecho esperar, y es que una buena instantánea y un buen discurso siempre queda bien de cara al buen hacer de las administraciones y a la sensiblera sensibilización que la ciudadanía tiene para este tipo de asuntos.
Pues si, nuestro lince ibérico ya disfruta de unas instalaciones inmejorables, cualquiera que pueda ir hasta Jerez (Cádiz) puede deleitarse de poder verlo en vivo y en el Ojo de Darwin nos alegramos mucho y felicitamos al Ayto de Jerez y equipo técnico implicado en el proyecto. Sin embargo, al ver a el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, el secretario general de Medio Ambiente y Agua, diversos representantes o delegados de Medio Ambiente, y otros miembros del equipo del Gobierno, me ha venido a la mente la situación de colapso de esta especie podía sufrir hace algo más de una década, con una población de apenas un centenar de individuos y sin un programa de cría en cautividad que asegurara las contingencias de la caza, venenos, incendios, atropellos, etc, etc. y sobre todo…, me ha hecho recordar a la Señora Martorell Pallás, aquella que nos hizo gala de uno de los más elocuentes discursos sobre ecología evolutiva.
Inauguración instalación Lince Iberico
Recordemos el discurso de la SECRETARIA GENERAL DE MEDIO AMBIENTE del momento, aquí podéis consultar el diario de sesiones del Senado de aquel funesto día:
Se inicia la sesión año 2002, tiene la palabra Martorell Pallás (pobrecilla):“Respecto al hábitat, ya sabemos el problema que existe, en el sentido de que un lince necesita mucho espacio, y España tiene un tamaño que a veces no permite que puedan disponer de esos espacios tan amplios que necesitan para sobrevivir. Quizá una conducta inteligente del lince sería adaptarse a vivir en un menor espacio. Sabemos la capacidad de adaptación que tienen todas las especies, y ojalá el lince se adaptase a vivir en un menor espacio; pero la realidad es que necesita un espacio tremendo, por lo que cualquier obstáculo –carretera, alambrada, camino– limita su hábitat. Por eso precisamente el trabajo que está haciendo”Tomen aire que sigue:
“Efectivamente, la supervivencia del lince es complicada, y yo creo que en eso estarán de acuerdo conmigo. También puede ser un problema de espacio porque le estamos acotando el terreno. Por eso digo que espero que sea suficientemente inteligente para adaptarse a las nuevas circunstancias, porque en esta vida ocurren esas cosas.Yo creo que quizá los más pequeños, entre comillas, como los de la cría en cautividad, tienen una capacidad de adaptación mayor que los que han vivido hace pocos años en un gran espacio, porque sabemos que el avance económico y de desarrollo y tecnológico se ha dado durante estos últimos años y nos ha cambiado nuestro paisaje tremendamente.El hombre, por suerte, es más inteligente y es capaz de adaptarse a ello.El lince parece bastante menos inteligente de lo que creíamos que era.Quizá tenga muy buena vista, pero después en sus conductas es un animal que corre muchísimo, y al correr muchísimo hay veces que no ve, no se para a ver adonde tiene que ir y por eso en vez de ir por debajo va por arriba.”