Todo comenzó con los asadores de pollos. Ese típico sitio que todos tenemos fichado cerca de nuestras casas, para que no saquen de un apuro un domingo cualquiera a medio día.
Después aparecieron como setas, esos lugares donde podías comprar “comida para llevar”. Muchos asadores de pollos también hicieron el doblete.
Mas tarde se pusieron de moda los catering y ahora llega… Food in the Box.
Una fórmula divertida y refrescante de hacer una comida en casa, sin que te falte ese ingrediente imprescindible de la receta, que te chafa el menú que te apetecía hacer.
El sistema es bien sencillo, entras en Food in the Box, eliges que tipo de comida quieres hacer: una cena romántica o con amigos, cocina internacional o con niños, una receta vegetariana o una rica merienda. Eliges entre sus Boxes y recibes en tu domicilio la receta solicitada, sus ingredientes exactos y listo ¡A cocinar en casa sin que nada te falte!
Pero esta idea tiene un giro más, también tú puedes vender tus recetas ¿Cómo? Te das de alta, subes tus recetas, comienzas a vender y recibes tus comisiones. Ellos se ocupan de proporcionarte una newsletter semanal entre sus clientes, encuentran marcas que promocionen tu receta y crean para ti concursos y promociones.
Un proyecto de ida y vuelta que, a mí personalmente, me parece ingenioso, original y con mucha chispa creativa. Buen provecho chicos.
La opinión de Soficó. 14 años.
Yo creo que estaría muy bien pedirles una receta. Primero a mi me da pereza buscar los ingredientes y además te puede costar más caro comprarlos tú. Aunque yo le añadiría a esas cajas algo de repuesto, por si te equivocas que es lo que me suele pasar a mi. Yo una vez hice las magdalenas del revés. Hicimos mi amiga y yo lo último lo primero y lo primero lo último. Un desastre.
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