Revista Cocina

LO QUE HAY QUE COMER PARA MORIRSE ANTES, de Marc Casañas (casi todo) y Lucia

Por Dime Qué Comes @dimequecomes
LO QUE HAY QUE COMER PARA MORIRSE ANTES, de Marc Casañas (casi todo) y Lucia

Queríamos hacer un post sobre el etiquetado y sobre como interpretar la información que nos presentan estudiadamente escrita sobre los miles de envases que están a nuestro alcance a cada paso, pero vimos que ya hay muchos y muy buenos artículos sobre el tema, así que hemos optado por acercaros un punto de vista distinto.No sabemos lo que es una “pauta nutricional saludable” universal. Así de claro, y vaya por delante. No sabemos cual es la mejor opción de alimentación para todo el mundo. Sospechamos que hay muchas maneras de llevar una alimentación sana y que lo que las caracteriza a todas, más que lo que tienen, es lo que no tienen.Hay algo que sí sabemos: sabemos que cosas, sin lugar a dudas, no son saludables, es decir, aquellas cuyo consumo de forma mantenida en el tiempo aumentan tu posibilidad de enfermar reduciendo tu calidad de vida, y que cuando las excluyes de tu alimentación, dejan de lastrarte sin suponer ningún perjuicio. De este tema ya habló Óscar Picazo y también lo hemos comentado en este blog.

Y resulta que acabamos siempre en el mismo sitio: productos ultraprocesadosLa idea que comparte cualquier persona que haya leído sobre el tema y ponga su aprendizaje en práctica, es más o menos esta: a más alejado de centros comerciales y supermercados, más fácil es no hacer elecciones alimentarias superfluas. Se habla de “elegir alimentos que no tengan etiqueta”, y aunque podríamos discutir sobre ello y poner algunos matices, es una buena idea como punto de partida para elegir la comida. 
Pero aunque algo es algo, está claro que nos quedan aún muchas decisiones ¿no? Porque aunque nos pongamos en la tesitura anterior (la de no comer cosas con etiqueta) aún nos encontramos con esto y sin saber quien tiene la razón:
LO QUE HAY QUE COMER PARA MORIRSE ANTES, de Marc Casañas (casi todo) y Lucia

Ovoláctos Veganos Mediterráneos Evolutivos

Carne Carne Carne Carne

Pescado Pescado Pescado Pescado

Huevos Huevos Huevos Huevos

Cereales Cereales Cereales Cereales

Lácteos Lácteos Lácteos Lácteos

Legumbres Legumbres Legumbres Legumbres*

*Aunque hay gurus paleo que ya defienden las legumbres.., entended el cuadro como una simplificación para ejemplificar, sin más.
Vamos a dar por hecho que los cuatro humanos del cuadro de arriba, con estilos de vida distintos, llevan todos una alimentación saludable. Aún así hay cosas que unos comen y otros no, y eso en solo estos seis items (hay más). No hay ni uno de esos seis grupos de alimentos en el que coincidan todos. Lo hemos hecho a propósito, los que si coincidirían, no los hemos puesto: frutas, verduras, hortalizas, aceite de oliva virgen extra (pero no aceites refinados) y frutos secos
Ahora ya tenemos la parte común a todos ellos, y ¡oh sorpresa! todo podría venderse sin procesar y sin etiqueta, con excepción del AOVE que si lleva un procesado por pequeño que sea.
También coinciden los cuatro en que lo que  parece no tener sitio en ningún estilo de vida saludable son los productos ultraprocesados. Tengan todas las vitaminas y sellos que quieran. 
Anda, a ver si vamos a acabar con las guerras entre bandos dietéticos ahora... ¿y a que nos vamos a dedicar entonces en twitter?
¿Por qué hemos elegido esta forma de explicarlo? Porque la industria puede hacer y deshacer. Y aunque cambien y recambien la normativa, siempre habrá “algo” que dejarán a su favor. Como dice Aitor al final del post enlazado a continuación, “nos la van a seguir colando”Entonces, ¿qué nos recomendáis para los que ya tendríamos bastante con aprender a leer etiquetas y desmenuzar los azúcares añadidos en los hidratos de carbono, tipos de grasas y su procedencia…?
Pues, para cortar por lo sano en este juego del gato y el ratón, que está además tan desequilibrado (salimos perdiendo de lejos), unas reglas sencillas:
  • Comprar en el mercado local favoreciendo productos de temporada 

LO QUE HAY QUE COMER PARA MORIRSE ANTES, de Marc Casañas (casi todo) y LuciaPracticando el más mercado y menos supermercado #eatrealfood pic.twitter.com/8Vvx73a8iT— Laura Saavedra (@laurascasanova) agosto 29, 2015

  • No dejarse guiar por la moda de centrarse en los nutrientes de forma exclusiva. Por ejemplo, la moda del omega-3.
  • Beber agua cuando se tenga sed.
  • Hacer que la base de la dieta sean frutas, verduras y hortalizas.
  • No hacer caso de los mensajes de salud de ningún/a asociación, estamento gubernamental, empresa o consenso científico sin conflictos de interés declarados (tengan o no). Algunos/as os intentarán convencer de que la obesidad es principalmente culpa de la baja actividad física de la población y que calculando las calorías que uno ingiere puede añadir bollería y coca-cola dado que no hay suficiente evidencia para excluirlos
  • Comer según nuestras señales de apetito y saciedad (salvo que ya las tengamos totalmente desquiciadas y sea necesario reprogramar), y si uno quiere salsa de tomate que la haga él o ella misma y conociendo todos los ingredientes y controlando la cantidad de ellos que añade (por ejemplo la sal).
¡Pero todo eso es muy difícil! ¿Y si en vez de preocuparnos tanto comemos cualquier cosa y hacemos ejercicio para compensar?
Cada persona es libre de llevar a cabo la mejor estrategia o la que más le convenga, pero Staffan Lindeberg responde muy bien a vuestra pregunta con otra:¿Quién quiere ser normal? Se refiere a por qué la sociedad occidental tiene un riesgo “normal” de sufrir accidentes cardiovasculares, tanto cuidando lo que añade al plato como e-qui-li-bran-do su dieta con ejercicio, es decir. siguiendo los consejos de salud "oficiales" el riesgo cardiovascular aún sigue ahí. No tiene sentido. ¿No sería mejor añadir a nuestros hábitos de vida el movimiento como pauta inherente para reducir el sedentarismo? tal y como predica una y otra vez Sergio Peinado, dando ejemplo haciendo videoblogs caminando por los parques de Madrid. Aunque os hará falta entrenamiento previo para hacer su reto de 80.000 pasos por Manhattan, avisados estáis. ¿Y eliminar al máximo posible todos aquellos productos que sabemos positivamente que no nos aportan nada bueno y si bastante malo? qué no,¡que no hay que comer de todo!
¿Podremos conseguir así un riesgo menor al estándar de morir por cualquier causa? ¿Salirnos de la norma de hacer ejercicio para “mantenernos”? ¿"mantenernos" dónde?
Tampoco es que sea un punto de vista que hayamos inventado nosotros, ya lo mencionó el Dr. David L. Katz, director del Centro de Investigación Preventiva de Yale en 2014. Pero seguro que a nosotros nos hacéis más caso :-)LO QUE HAY QUE COMER PARA MORIRSE ANTES, de Marc Casañas (casi todo) y Lucia                                                               Katz, 2014
Y siempre nos queda la frase de Michael Pollan “come alimentos, no demasiados, la mayoría plantas”. Quizás algunos quedéis decepcionados por estas sencillas ideas tan poco concretas, pero para otros menesteres ya hay deidades propias.
¡Ah si! ¿y las etiquetas? pues cuántas menos, mejor (sí, como el alcohol y el azúcar añadido)
¡Saludos!LO QUE HAY QUE COMER PARA MORIRSE ANTES, de Marc Casañas (casi todo) y LuciaNos dió la idea del post el último párrafo de este otro de Mapping Ignorance.

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