Lo que he visto esta semana – Relatos Salvajes

Lo que he visto esta semana…por César del Campo de Acuña

Dirección: Damián Szifrón.
País: Argentina.
Año: 2014.
Duración: 122 minutos.
Género: Drama. Comedia. Thriller.
Reparto principal: Ricardo Darín, Darío Grandinetti, Leonardo Sbaraglia, Érica Rivas, Oscar Martínez, Julieta Zylberberg, Rita Cortese, María Onetto, Osmar Núñez, Nancy Dupláa, María Marull, Germán de Silva, Marcelo Pozzi, Diego Gentile, Alan Daicz, Liliana Weimer, Claudio Delan, Lucila Mangone, Federico Liss, Walter Donado, Diego Velázquez, Margarita Molfino, César Bordón, Mónica Villa y Juan Santiago Linari.
Guion: Damián Szifrón.
Música: Gustavo Santaolalla.
Fotografía: Javier Juliá.
Montaje: Pablo Barbieri Carrera y Damián Szifrón.
Diseño de producción: María Clara Notari.
Vestuario: Ruth Fischerman.
Estreno en Argentina: 21 de agosto de 2014.
Estreno en España: 17 de octubre de 2014.

Wild tales

Para no aburrirles, no empezare con mi conocido y predecible discurso de lo mucho que me gustan las colecciones, compendios y antologías especialmente si son de terror o de crónica negra. En lugar de esos les hablare de mi total y absoluto desconocimiento del cine argentino. Cuando comencé a interesarme por ver películas de una manera menos casual, no paraba de oír hablar sobre las bondades de los films realizados en la argentina y aunque muchos amigos me recomendaron títulos concretos, me enfrente a muchos de los que la crítica ponía por las nubes y tras tragarme con sumo dolor tres dramones pausados, grises, fríos y de mensaje estéril, di un portazo para no volver a mirar atrás. Oigan que para cuatro días que voy a estar aquí penas las justas asique me volqué con mis cintas de recuerdo, los blockbusters y el bajo presupuesto de la serie B a la serie Z. “No sabes lo que te estás perdiendo”, “no tienes ni idea”, “tus gustos son basura” son solo alguna de las lindezas a las que tuve que hacer frente cuando me negué en redondo a volver a ver otra producción proveniente de La Pampa o del Mar del Plata. Pero claro, todos podemos cambiar y un día, de casualidad, me topé con Relatos salvajes de Damián Szifrón y me encanto.

Relatos salvajes, como su propio nombre indica, es una antología cinematográfica en la que sale a relucir hasta dónde puede llegar el hombre cuando se ve sometido a según qué emociones. La vergüenza, la ira y el rencor se citan con sus causantes en un largometraje de 122 minutos en el que nuestra detestable, adormecida y en su mayor medida oculta humanidad en seis cuentos cortos tan incisivos que tumban la barrera de las fronteras para mirar a la cara a cualquier espectador y decirle: “tú en la misma situación hubieras hecho lo mismo” y lo terrible es que ese rostro etéreo tendría toda la razón. La cinta engancha; el ritmo de cada uno de los relatos es terriblemente adictivo y aunque por su formato en un principio el espectador puede llegar a pensar que no va a conseguir empatizar con los personajes, la acción es tan directa que con rapidez nos vemos zambulléndonos en la dicha y desdicha de los que ocupan el plano con su historia. Szifrón consigue sacar delante de manera satisfactoria los seis relatos algo que, es bastante poco frecuente en este tipo de producciones como hemos podido comprobar en films como Creepshow o Dimensión desconocida en la que todos los capítulos no mantienen la misma media de calidad.

Lo que he visto esta semana – Relatos Salvajes

Si me ponen en la difícil tarea de escoger entre los seis relatos solo uno, tan solo podría decir que quizás el que menos me gusto, por predecible y poco original, es el de “Bombita” protagonizado por el incombustible Ricardo Darín. Por otro lado hay que reconocer que aun teniendo una alta dosis de humor negro, no tienen esa mala baba de los relatos negros, negrísimos que pudimos leer en Historias negras de Jordi Bernet y Enrique Sánchez Abulí, pero aun así y como decía antes, el mensaje subyacente de cada uno de los capitulitos de esta oda a los instintos más salvajes del ser humano, son lo suficientemente incisivos como para sacarnos una sonrisilla sádica y cómplice con el deleite que produce la apoteosis final de cada historia. El tono y la edición son muy acertadas y convierten la experiencia en un deleite cinematográfico que saborear de un trago o en seis sorbitos, ya que entre como entre, entra bien, baja mejor y crea un poso memorable.

Relatos salvajes es un peliculón, si, si un peliculón, de esos los que disfruta con deleite cualquier buen aficionado al cine y que no necesitan dramones hiperrealistas para sentirse a gusto con su conciencia cinéfila. Visceral, mordaz, socarrona, hiriente y salvaje, muy salvaje son las palabras que definen seis sobres de maldad concentrada salida de las profundidades de los más anodinos y, en el fondo, desvalidos personajes. Si tienen oportunidad, les gusten o no las antologías, no duden ni un segundo en darle una oportunidad, seguro que lo agradecerán y es muy, muy, muy probable, que se vean reflejados en estas historias en las que las situaciones sacan lo peor de nosotros mismos por aquello del inconfundible, socorrido y aliviador desquite.

Que me ha gustado: En general casi todo. Ritmo, dirección, interpretes, guion…prácticamente todo. Más allá de su incuestionable capacidad de entretener, se encuentra ese subtexto que nos susurra al oído la posibilidad de que algún día nos veamos nosotros en medio de un momento salvaje.

Que no me ha gustado: Hay en algunas historias en las que el director se para más y la intención es evidente. El problema es que, le sale el tiro por la culata y aun siendo relatos estupendos, no tienen la misma garra de en los descaradamente pone menos el foco.

Curiosidades:

Relatos salvajes ha sido la séptima película argentina en ser nominada al Oscar a la Mejor Película en Lengua Extranjera y la tercera en la que Ricardo Darín es el protagonista (siendo las otras dos El hijo de la novia y El secreto de sus ojos).
Damián Szifrón, director y guionista de la película, reconoció que escribió la mayor parte de los relatos que componen el film en la bañera.
La revista Time la califico como una de las mejores películas de 2014.
Se filmó en 8 semanas.
El guion original tan solo tenía 84 páginas y el orden de las historias estaba alterado con respecto a la versión que hemos vistos.