Revista Cocina
¿Hierbas, especias, hierbas secas, finas hierbas…?
La historia de los condimentos es tan antigua como la propia humanidad, es probable que nuestros antepasados descubrieran las plantas que, con el uso y el paso de los siglos, no sólo ayudaban a hacer las carnes más sabrosas, más digestivas, sino incluso a conservar los alimentos en buen estado durante más tiempo y que tenían propiedades beneficiosas para la salud.
Seguramente las “hierbas” encontraron el camino a las “cacerolas” tan pronto como se descubrieron sus poderes curativos.
Las finas hierbas son todas aquellas cultivadas en campos o explotaciones con el fin de servir como alimentos o medicinas. El término "a las finas hierbas" es frecuente en el argot culinario pero no siempre nos queda claro a qué hierbas exactamente debemos recurrir. Las finas hierbas se distinguen por que dan sabor a la comida y tienen un aroma penetrante
Las hierbas aromáticas son hojas, tallos, hojas y tallos con coloración verde que delatan su frescor, que nos regalan aromas agradables, con mayor intensidad cuanto más frescas son.
Las especias en cambio son las partes secas de las plantas, que igualmente pueden ser hojas, semillas, flore, bayas, raíces, cortezas, etc..que dan color, aromatizan, subliminan y refuerzan igualmente los alimentos.
Ambos, hierbas y especias, en definitiva son condimentos que nos ayudan a realzar, sazonar, mejorar, aromatizar, perfumar nuestros platos, haciéndolos más apetitos, logrando con ellos una armonía de sabores, evitando la monotonía, mejorando la presentación, incluso estéticamente, ayudando en la decoración de los platos (hoy en día muy de moda por cierto).
Aunque según he leído el término u expresión “finas hierbas” se utiliza por lo general para designar una mezcla de cuatro hierbas: cebollino, perifollo, estragón y perejil.
Son consideradas finas hierbas fundamentalmente las hierbas de olor, que pertenecen a tres grupos principalmente:Aliáceas: ajo, cebolla, cebolleta, chalotas, etc.Apiáceas: Angélica, carvi, perifollo, hijono, perejil, etc.Limiáceas: Mejorana, melisa, menta, orégano, ajedrea, salvia, tomillo, etc…
Y yo añadiría…las finas hierbas de Mi cocina: oréganoS, tomilloS, romeroS, ajoS y perejileS….todos ellos muy “fisnos”, como decimos en mi tierra. Con ellas preparé éste delicioso lomo, al que le dieron todo el aroma y el sabor malagueño.
¿Como lo hice?
Ingredientes:
Un lomo de un kilo (éste era de un kilo trescientos gramos) sin quitarle la grasa superior, manteca blanca de cerdo, tres dientes de ajo, orégano, tomillo, romero, perejil (todo ello fresco, pero se puede usar secos, como una cucharada de cada), cinco o seis granos de pimienta negra,sal (al gusto) y aceite de oliva virgen extra (como medio vaso, a ser posible malagueño, en ésta ocasión de Ardales).
Los pasos a seguir:
Realizar unos cortes transversales a la grasa del lomo (en forma de rombos) Machacar los ajos con el perejil, la pimienta negra y sal. Picar las hojas de romero, tomillo y orégano. En un cuenco mezclar la manteca de cerdo con los ajos, el perejil, la pimienta negra, el romero, tomillo y orégano de forma que quede una pasta homogénea.
Poner la carne en un recipiente especial para horno untarle bien la mezcla de hierbas y bañarla con el aceite. Poner en el horno precalentado a 200°C y hornear durante 10 minutos, darle la vuelta y hornear durante otros 10 minutos. Bajar la temperatura del horno a 170°C y hornear durante una hora aproximadamente, dándole nuevamente la vuelta para que se dore por la parte de la grasa. Retirar del horno. Tomar el jugo que ha soltado durante el horneado y colarco de forma que no queden residuos de las hierbas.
Usar este jugo para bañar la carne al servirla. (Si queda pueden usarla para untar en pan tostadito, cuando se solidifique….)
Acompañar con patatas fritas, en puré, verduras al vapor….en bocadillo……
¡¡ Buen provecho !!