El que Londrés esté en llamas, y que ese fuego vaya extendiéndose desde Tottenham a otros barrios marginados, tiene que ver con el paro, con la injusticia, con la exclusión social, con la desperación, con los recortes en los servicios públicos, con la corrupción institucional. A mí no me cabe la menor duda, aunque la mecha se prendiera con la muerte, a manos de la policía, de Mark Duggan.
Las revueltas, lejos de achicarse, se van extendiendo a otras zonas marginales de Londres, porque lo hacen en barrios donde el paro juvenil es elevadísimo y la desesperación de miles de ciudadanos también. Ya durante los últimos meses había habido síntomas de quiebra social pero las autoridades, los responsables políticos, nada hicieron para mejorar la vida de miles de jóvenes marginados que nada tienen y que por tanto tampoco tienen nada que perder.
No es por tanto una cuestión policial, es una cuestión de justicia social. Si no lo entienden, por muchos policías que suelten en las calles, poco se arreglará o, en todo caso, el arreglo será ficticio.
En definitiva, tiene que ver esencialmente con la sordera de los políticos, en este caso ingleses. Lamentablemente esta enfermedad está extendida entre muchos políticos europeos, por quedarme tan sólo en este continente.
El gobierno está reaccionando mal y tarde. El Primer Ministro hasta ayer mismo estaba de vacaciones en Italia, la Ministra del Interior ha tardado tres días en personarse y el alcalde de Londres no se sabe o no contesta.
Que las revueltas se reproducen y se extienden por el ancho mundo es evidente. De momento, en Gran Bretaña se ha extendido a las ciudades de Birminghan, Liverpool y Leeds. Y no parece que estas revueltas vayan a pararse.
¿Que piensan los Gobiernos? ¿Creen que con detenciones y prohibiciones van a dar solución al caos que ellos han ido creando por hacer políticas nocivas y lesivas para los ciudadanos? Por supuesto que da pavor ver tanta y tanta destrucción, tanta y tanta violencia, pero insisto que no se resuelve, no se resolvera, con medidas policiales. La causa está en la exclusión social en la que se hayan miles de ciudadanos. Ahí es donde hay que actuar.
En todo caso, no justifico en absoluto la violencia. Trato de explicar, de explicarme, por qué ocurre. Sin embargo, pienso que la violencia y la delincuencia nunca surgen de la nada. Y, a mi juicio, todo lo que está ocurriendo en Gran Bretaña es el broche de un largo proceso de injusticias sociales y de marginación, que mantienen a millones de ciudadanos al borde del abismo.
Estas 18 fotos son tan sólo un ejemplo de lo que está ocurriendo en muchas zonas del planeta: