Es otro de los grandes retos que asume cada nueva entrega de James Bond que llega a la gran pantalla. Los títulos de crédito de apertura son icono insobornable de una saga a quien, seamos honestos, la era de Daniel Craig no le había hecho demasiado bien...hasta la llegada de "Skyffall". El diseñador Daniel Kleinman vuelve a la saga, coge el toro por los cuernos, y nos obsequia con unos envolventes y sofisticados títulos de crédito con los que logra 'sumergirnos' en la psyche de 007 suspendiéndose en untempo hipnótico y articulándose a través de un estilo absolutamente cautivador. Una obra de arte, vamos.