El Tai Chi es una práctica descrita con frecuencia como “meditación en movimiento”, pero también podría ser llamada “medicación en movimiento” porque, según la revista Harvard Women’s Health Watch, puede ayudar en el tratamiento y la prevención de muchos problemas de salud.
Se puede empezar a hacer Tai Chi incluso si no se está en buena forma física pues sus movimientos lentos y suaves no lo dejarán sin aliento, y contribuirá a ejercitar los componentes claves de un óptimo estado físico: fuerza muscular, flexibilidad, balance y, en menor medida, acondicionamiento aeróbico.
Diversos estudios demuestran que el Tai Chi junto con el tratamiento médico estándar puede ser útil para tratar distintos problemas médicos.
* La artritis. Una hora de Tai Chi dos veces por semana durante 12 semanas redujo el dolor, mejoró el ánimo y el funcionamiento físico de personas con osteoartritis severa de rodilla, así el Tai Chi superó los resultados obtenidos con ejercicios de estiramiento. Recomiendo leer el articulo (el cuidado de los niños pequeños)
* La baja densidad ósea. El Tai Chi contribuye a que las mujeres puedan mantener su densidad ósea después de la menopausia evitando así que sus huesos sean demasiado frágiles.
* El cáncer de mama. El Tai Chi ayuda a sobrellevar los efectos secundarios del tratamiento oncológico.
* Enfermedades cardíacas. De acuerdo a un estudio, el Tai Chi aumentó considerablemente la capacidad de hacer ejercicio, disminuyó la presión arterial y mejoró los niveles de colesterol, triglicéridos, insulina y proteína C-reactiva en personas con alto riesgo de enfermedad cardíaca.
* El Parkinson. En un estudio sobre pacientes con Parkinson, cuyos estados iban de leve a moderadamente grave, los participantes mostraron una mejoría en el equilibrio, la capacidad de caminar y el bienestar general después de 20 sesiones de Tai Chi.
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