Revista Cocina

Los boquerones rebozados de la Juana

Por Sariqui @CocinadeSariqui

Cuando era niña, mi trabajo en la cocina se limitaba a hacer bolitas de panellets, que luego mi madre decoraba; a darle forma a las croquetas, que mi madre rebozaba; a amasar la carne de las albóndigas, que mi madre freía; y a un largo etcétera de tareas de manipulado que me encantaban, porque me recordaban a los trabajos con plastelina del cole.  Llegó el gran día en que la Juana consideró que yo ya era mayor para limpiar el pescado y me delegó esta gran tarea. Ese día habían boquerones para comer (mi chiflaban!!!) y me tocó limpiarlos y sacarles la espina. Mi madre me mostró como se hacía y parecía fácil, pero cuando sentí ese tacto viscoso entre mis dedos pensé: 'AAAAARRRRRGGGGG!!!'. Y ni qué decir de ese fuerte olor que no se iba ni con jabón de la lavadora. Fue horrible, pero aprendí rápido a hacerlo y tan pronto aprendí, mi madre encontró una pescadería donde se lo limpiaban como ella quería, así que dejé de hacerlo. Ayer fui al mercado y vi unos boquerones preciosos. Ñam ñam!!! La dependienta me dijo si quería que me los limpiara y le dije que si, pero no me acordé de pedirle que me sacara la espina. Así que cuando llegué a casa me tocó hacerlo a mi y volví a sentir ese 'AAAAARRRRRGGGGG!!!'. Aunque valió la pena, porque estaban riquísimos.
¡Aquí os dejo la receta!
Boquerones rebozados  Los boquerones rebozados de la Juana Ingredientes para 2 personas:
400 gr. de boquerones 1 huevo 1 chupito de cerveza Un poco de sal Harina (la necesaria para que te quede una masa no muy espesa, pero que enganche)
Cuando vayas a comprar los boquerones, pide que te los limpien y eliminen la espina, así te ahorras trabajo en casa. Una vez en casa, lava los boquerones y coloca en un escurridor. En un bol prepara la masa. Añade el huevo, la cerveza y la sal, y ve añadiendo harina poco a poco, batiendo enérgicamente. Cuando alcances la textura deseada, reserva. Pon una sartén con abundante aceite al fuego. Sala los boquerones, sumerge en la masa y fríe por tandas. Cuando estén doraditos sacalos de la sartén ponlos en un plato sobre un papel de cocina para que absorva el exceso de aceite. Los puedes servir con un trocito de limón.
Bon profit!

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