A Japón, la censura impuesta por los americanos les prohibió honrar a sus muertos en el cine. En El arpa birmana (Biruma no tategoto, 1956) K. Ichikawa nos muestra a través de la mirada del cabo Mizushima el horror de los muertos diseminados, pasto de los buitres, y su afán por darles una supultura digna.
En la reciente película Los caminos de la memoria (2009), J. L. Peñafuerte, intenta reconstruir el mapa de los republicanos españoles diseminados por las fosas de la geografía de España -y por su Historia.