Los científicos apoyan el uso de la luz ultravioleta para prevenir la propagación de COVID-19 en espacios interiores (innovación)
La necesidad de neutralizar las gotículas del virus en interiores de centros de trabajo o centros lúdicos ha encontrado en la luz ultravioleta una opción que ahora está en investigacion.
No ha cambiado nada en la epidemia pero sí percibo una ralentización en las innovaciones que puedan procurar un medio más seguro en interiores .
Ahora como en febrero jugar una partida al bridge con la parca no es una opción ni saludable ni recomendable.
El desconfinamiento no ha tenido una respuesta innovadora para conferir seguridades en espacios cerrados . Y las rutinas de siempre tienden a atenazar las medidas sanitarias preventivas impuestas en este nuevo escenario pandémico.
La opción propuesta por estos investigadores es loable porque el SARS-COV2 no es producto de un mal sueño de primavera sino que persiste acechando con su propagación.
Pero no debe olvidarse que la radiación UV tambien posee efectos nocivos sobre la salud, quizas la compatibilidad se encuentre en la longitud de onda que pueda emplearse.
Científicos de varias universidades de todo el mundo, junto con Technion de Israel, han propuesto una solución para ayudar a prevenir la propagación del coronavirus , que implicará el uso de luz ultravioleta en entornos interiores, según un comunicado de prensa de la universidad.
Compuesto por un equipo de expertos que incluye al Profesor Technion Ido Kaminer, Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) Prof. Javier García de Abajo en ICFO, ICREA Profs. Andreas Meyerhans (Universitat Pompeu Fabra) y Joan Rosell-Llompart (Universidad Rovira i Virgili), junto con los profesores. Rufino Javier Hernández (Universidad del País Vasco) y Tilman Sanchez-Elsner (Universidad de Southampton), los investigadores están abogando por el uso de luz ultravioleta en interiores como "particularmente eficiente, fácil de desplegar y económicamente asequible" para combatir el coronavirus [...]
Fuente: The Jerusalem Post