Los Desaparecidos: Larry Clark

Nueva entrega de la serie Desaparecidos. O lo que es lo mismo: directores que fueron famosos y ya no lo son. Quienes aquí aparecen son nombres ilustres y otros cuyo lustre fue algo más efímero. Son, en cualquier caso, directores que durante un tiempo fueron importantes y que hace un tiempo dejaron de serlo. ¿Por qué? Esa es la pregunta para la que buscamos una respuesta que ni ellos mismos han encontrado. Nuestro ilustre invitado de hoy es Larry Clark, reputado fotógrafo que ha utilizado el cine como tarima desde donde lanzar un gancho tras otro a la idealizada sociedad norteamericana contemporánea, lo que le ha valido admiración y odio a partes iguales. Tras unos años alejado de las pantallas, esperamos ansiosos el próximo golpe del veterano púgil.

SU MEJOR MOMENTO

Tras dirigir un videoclip para Chris Isaak, a Larry Clark le gusta la experiencia y quiere repetir tras las cámaras. De la mano de Harmony Korine escribe el guión de “Kids” (1995), una durísima película que retrata a un grupo de adolescentes cuya vida se limita a drogarse, practicar sexo y poca más. La película es denigrada como pornografía adolescente gratuita, al mismo tiempo que aclamada como la lógica dramatización de su libro de fotografías “Tulsa” (1971), en donde Clark capturó su propio círculo vicioso de adolescencia. Es nominado a la palma de oro en Cannes, y junto a Harmony Korine, parece iniciar un terremoto cinematográfico que se sumerge en el reverso de la idealizada sociedad norteamericana, labor que prosigue con la excelente “Al final del edén” (1998).

SU PEOR MOMENTO

Convertido en una figura de culto para algunos, morboso impenitente para otros, Larry Clark intenta proseguir su retrato de la cara oscura de la juventud con “Bully” (2001) y “Ken Park” (2002), dos películas que suponen un compendio de todo aquello que los padres nunca quisieron saber y tampoco se atrevieron a preguntar. A pesar de que ambas forman parte de la selección oficial de festivales como Venecia o Valladolid, no tienen el éxito esperado y se le señala como un director cuyo discurso parece haberse acabado, empeñado en retratar lo peor de la juventud sin que se atisbe un futuro mejor. En una cena con el distribuidor inglés de “Ken Park”, inician una discusión política sobre Israel que acaba con un derechazo a la nariz del hombre por parte de Clark y varias horas en una prisión de Londres. Desde ese momento pasa a engrosar la lista negra de directores repudiados, y hasta la fecha apenas ha rodado “Wassap Rockers”(2005), una película sobre skaters latinos que pasó bastante desapercibida.

OH LARRY WHERE ART THOU?

Parece que las polémicas que suscita su cine han disuadido a Larry Clark de volver a ponerse tras la cámara, cansado de las acusaciones de pedofilia, exhibicionismo y banalidad gratuita con las que se ha llegado a calificar su obra. Mientras aguardamos su regreso nos quedan sus fotografías, de las cuales recientemente se hizo una gran retrospectiva en París bajo el epígrafe “Kiss the past hello”. Muestra que tampoco estuvo exenta de polémica, ya que las autoridades francesas decidieron prohibir el acceso al menores de 18 años. Ya se sabe, es mejor hacer la vista gorda que aceptar una realidad a la que los adolescentes no son ajenos y con la que quizás interesa confrontarles cara a cara. He aquí una pequeña muestra: