Revista Televisión
La cadena TNT decidió que, debido al gran éxito que cosechó en verano su revival de "Dallas" (fue el mejor estreno de la temporada estival), debía regresar a la parrilla televisiva antes de tiempo. Pero el resultado no ha sido el esperado, y emitirse en una época de mayor consumo le ha sentado muy mal. Si su estreno rozó los 7 millones de espectadores, su regreso no ha llegado a los tres, marcando mínimo histórico. Además de enfrentarse a semejante pérdida de audiencia, el fallecimiento de Larry Hagman (uno de los protagonistas de la "Dallas" original) ha obligado a los guionistas a darle una salida forzosa a su personaje, y que veremos en el octavo episodio de la segunda temporada. De momento hemos visto los cuatro primero capítulos y la serie sigue siendo tan disfrutable como el año pasado, siendo el culebrón de prime-time que todos necesitamos tener (algo así como ocurre con "Nashville" en la ABC).
Toca analizar todo lo acontecido en estos cuatro episodios, así que, si no los has visto todavía, no sigas leyendo. De lo contrario, adelante.
Esta temporada el rancho de Southfork viene más movido que nunca. John Ross terminó el año pasado aliándose con su padre y pidiéndole consejo para arrebatar de las manos de su primo y tíos 'Ewing Energies', la empresa de la familia. Su eslogan este año es "Love is for pussies", y aunque no se lo está aplicando correctamente (se hace el duro, pero Elena le sigue gustando y Rebecca le hace tralará) se ha propuesto conseguir todos sus objetivos. Tenga que traicionar a quien tenga que traicionar. Como he dicho, se alió con su padre, pero cuando vio que la forma de obtener mayor poder en 'Ewing Energies' era acercándose a Rebecca, no dudó ni un segundo en cambiar de bando. Cuando Elena consiguió más acciones no dudó en acudir a su padre, que le ofreció como respuesta a sus problemas a su madre Sue Ellen (gracias al préstamo que le concedió a Elena). Una vez conseguido, y con Rebecca ya en su cama, ve en el arresto de su tío Bobby la posibilidad de conseguir la empresa. "Cuando la familia está en problemas no nos aprovechamos de ello" es la respuesta de su padre. Pero a John Ross le da igual, y después de que JR (que ha vuelto más cachondo que nunca) le confiese que tiene un trato con Frank, acude a Cliff Barnes para ponerle al día. Cliff es mucho Cliff y se asegura de que se hija no vaya a la cárcel por el asesinato de Tommy Sutter. A rebufo de John Ross se mueven Christopher y Elena, esperando el momento adecuado para casarse por todo lo alto y comenzar su propia familia. Es u poco twisted que Christopher, después de que lo dejasen y ella se liase con su primo, no se lo pensase dos veces y le pidiese matrimonio. Para darles algo de interés nos han traído al hermano de Elena ("Ehta muh flaco") y sus trapos sucios. Veremos dónde nos lleva porque por ahora me interesa bien poco.
Recordemos que Rebecca (o Pamela) es la hija de Cliff y que se la han cepillado los primos (que están continuamente comiéndose las babas el uno al otro). Rebecca fingió ser la hermana de Tommy, del que en realidad era su pareja, y arrebetó la identidad de la verdadera Rebecca Sutter. Rebecca (que nadie olvide que está embarazada de gemelos de Christopher) quería hacerse con parte de la empresa, razón por la cual, y guiada por su padre, llevó a cabo semejante tarea. Ahora está liada con John Ross (Evil Couple. Evil Sex) y ha visto cómo su padre ha tenido que intervenir para evitar que fuese a la cárcel encasquetándole a Frank el asesinato de Tommy. El pobre Frank era el arma secreta de JR, que le había abierto los ojos y demostrado que se había convertido en el perrito faldero de Rebecca. No sólo resulta acusado por el asesinato de Tommy y de la auténtica Rebecca (gracias a la intervención divina de Cliff), sino que termina suicidándose (seguramente gracias a la intervención, una vez más, de Cliff). Cliff consideró a Frank como un hijo más, y confiaba en que sus hijos heredasen su imperio.
El conejo pocho (Bobby) y su señora esposa (esa Annie más Mary Alice que nunca) tampoco se libran de tanto drama. La aparición de Harris Ryland al final de la anterior temporada nos dejó claro que Annie guardaba algún secreto. Hace 22 años dio a luz una niña (cuando estaba casada con Ryland), y a los 18 meses la perdió. No la perdió, porque resulta que Harris y la bruja de su madre la secuestraron y se la llevaron a Europa. Ahora Annie quiere recuperar a su hija pero ella no le quiere ni ver porque su padre le ha contado mil y un historias sobre su madre (addicciones a medicamentos entre ellas). Total, que viendo que la Justicia no iba a hacer nada por ella, Annie dispara a Ryland. Pero no le mata. Su marido da la cara por ella y se declara culpable, pero cuando Ryland sale del coma y acusa a Bobby de ser quién le disparó, Annie confiesa. Y en cuanto a Sue Ellen, la pobre mujer perdió las elecciones cuando el médico al que sobornó para que la muerte de Marta del Sol pareciese un suicidio y no un homicidio, confesó la verdad. A punto de volver al alcohol, una de las reinas de las miradas de piedra (Hola Queen V.) se ha convertido en el pilar de Annie y en la peor pesadilla de Elena.
Tenemos dramas para rato, a los que habrá que añadir la salida del personaje de Hagman. Habrá que estar atentos a la evolución de la audiencia y a cómo le sienta la baja de JR. Pero tenemos en su hijo John Ross al mejor sustituto posible.