Revista Cine

Los elixires del diablo, de E.T.A. Hoffmann

Por Palabrasdeunhombredisperso
Los elixires del diablo, de E.T.A. Hoffmann
Novelas universales, atemporales, referentes que se convierten en clásicos ineludibles por derecho propio. En una sociedad ávida de consumismo, convencida que todo está ya inventado en la literatura, no está de más mirar hacia el pasado, entender los orígenes de aquello que nos da miedo, las raíces del terror. La naturaleza humana. Y con esto nos encontramos con Los elixires del diablo, una novela del siglo XVII que explora el "yo" profundo de la psique humana y que hace vibrar las cuerdas del alma, hasta hacerla estremecer.
Medardo es un monje atormentado por el demonio, quien le provee de una especie de pócima siniestra (siniestra teniendo en cuenta su condición de monje, naturalmente) que despierta en él una sensualidad desatada. En su huida desesperada, Medardo conocerá a otro monje, su doble, con quien se cruzará una y otra vez en sus sangrientos peregrinajes.
Publicada en 1815 durante uno de sus habituales ataques febriles, E.T.A. Hoffmann consigue crear una novela donde se mezclan tintes policiales, sobrenaturales, sexuales, alucinatorios con una huella novedosa para la época que lo sepultará al éxito. Fue publicada en apenas un mes a modo de folletín, con la única intención por parte del autor de superar una penosa situación económica. Ni siquiera él presagió el éxito de su novela. Englobada dentro de la literatura gótica alemana, "Los elixires del diablo" se convierte en un clásico universal del género gótico por su propio peso.
Se la suele definir como densa y larga, adjetivos no necesariamente negativos. Se muestra interesante aunque sus tramas se complican en exceso debido a cierta confusión. Llega un momento que no sabes si lo que narra el protagonista es realidad o un cruel sueño. La locura del otro yo, que lleva a cometer atrocidades. También surgen otros temas igual de tratados como la sexualidad, la religión, el deseo, convirtiéndose en un saco roto de aspectos psicológicos dignos de ser estudiados por el mismísimo padre del psicoanálisis.
No obstante, la figura atormentada del padre Medardo supera la frontera del tiempo convirtiéndose en un personaje universal y eterno, de incuestionable valor.

Volver a la Portada de Logo Paperblog