Hemos publicado el informe, “¿Cómo queremos ahorrar energía? Actitudes sociológicas ante la eficiencia energética”, que recoge los resultados del proyecto apoyado por la Fundación Biodiversidad durante los años 2015 y 2016. En este proyecto se ha realizado una investigación que recopila las actitudes de los hogares españoles ante las propuestas de ahorro energético.
Detectando obstáculos y fortalezas para la expansión de la eficiencia energética
Como parte del proyecto se ha realizado una caracterización para conocer cómo se gestiona la energía en el hogar, una información que se ha recopilado en función de la sociología de las personas que habitan cada casa. El informe recoge de manera exhaustiva el análisis del consumo energético en cada hogar a través de una auditoría energética, una herramienta que no se había utilizado anteriormente para un estudio de estas características.
Además, estos datos se han acompañado de un estudio sociológico para analizar los datos en su contexto real. Para este fin, se ha dado seguimiento a los consumos energéticos de diferentes casas en varias provincias de España, auditando su consumo energético y valorando los parámetros sociales, la región climática en la que se encuentran, etc. Además se ha apoyado a un porcentaje de hogares en situación de pobreza energética.
Los resultados son a la vez esperanzadores en algunos sentidos y reveladores en otro. Gracias a las medidas propuestas a través de las auditorías, en 10 años se podría lograr un 60% de ahorro energético y un 76% de ahorro económico. En este sentido, la sustitución de calderas antiguas conlleva una reducción inmediata de un 30% en el consumo.
A su vez cada hogar podría reducir casi una tonelada de CO2 tan solo con medidas puntuales de ahorro eléctrico. También es importante resaltar el papel de la administración: una inyección de 15.000 millones de euros en eficiencia energética permitiría un 90% de reducción de emisiones.
La educación ambiental es relevante, sin embargo, el estudio demuestra que para medidas de eficiencia energética que requieren reformas estructurales más caras es necesario favorecerlas por ley. Los obstáculos existentes, para implantar medidas de eficiencia energética, conllevan que ni siquiera las personas concienciadas sean eficientes como consumidoras. En esta misma línea, el poder adquisitivo no implica mayor concienciación para realizar medidas estructurales de eficiencia si no van acompañadas de educación ambiental.
La eficiencia energética, pieza clave para luchar contra la pobreza energética
En el estudio, también se analiza una muestra de hogares con pobreza energética. Se ha comprobado que existe margen para implantar diferentes medidas de eficiencia y, por tanto, lograr una mayor calidad de vida. Es decir, incluso aquellos hogares que no disponen de muchos recursos económicos, pueden mejorar.
Las diferencias en cuanto a eficiencia y ahorro en las regiones climáticas estudiadas son abismales. La región mediterránea, paradójicamente la más cálida, es la menos eficiente.
La eficiencia energética, un aliado indispensable contra el cambio climático
Amigos de la Tierra considera indispensable, tal y como se demuestra en el estudio, la implicación pública, no solo para concienciar sobre eficiencia energética, sino para favorecerla e implantarla en las propias instituciones. “La eficiencia y el ahorro son unos de nuestros grandes aliados para enfrentarnos al cambio climático, si queremos reducir las emisiones para evitar una situación climática grave es fundamental comenzar con estas medidas a la vez que apostamos por las energías renovables”, ha afirmado Alejandro González de Amigos de la Tierra.
Con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.