En 1848 llegaban a Sevilla Antonio de Orleans y la Infanta María Luisa Fernanda de Borbón, los Duques de Montpensier. Con ellos se iniciaría una nueva etapa de esplendor en la ciudad. Un palacio, el de San Telmo, y unos jardines que maravillaban a todos.
Los Montpensier querían hacer de Sevilla una capital paralela a la de Madrid, y lo consiguieron. De ahí el nombre a la Corte de los Montpensier, la Corte Chica. Para ello necesitaban entre otras cosas una gran residencia. Reconvirtieron el antiguo colegio-seminario de mareantes en palacio y construyeron unos grandes jardines.
Los Duques de Montpensier y su familia en los jardines del Palacio de San Telmo(1853) Alfred Dehodenc
Jardines de San Telmo (1870-80) Francis Friths
El edificio no tenía una gran finca para desarrollar estos jardines. De tal modo que los Duques iniciaron la compra de las fincas aledañas para construir esa gran zona verde. Fueron las fincas de la Isabela y el Naranjal y el convento de San Diego con sus correspondientes terrenos (parte de los cuales se destinarían a explotación agrícola naranjera). 25 hectáreas que el Duque puso al servicio del ingeniero agrícola francés André Lecolant para que diseñase unos grandes jardines del XIX, además de para que dirigiera todas las explotaciones agrícolas del Duque.
Jardines de San Telmo. Fuente: postalesyfotosantiguasdesevilla.blogspot.com
Lecolant diseño unos jardines románticos al gusto de la época, y , por supuesto, al gusto de Antonio María de Orleans. Fueron unos jardines con señoriales, con caminos repletos de pabellones, pajareras, estanques y templetes como el del “Estanque de los patos” (uno de los ejemplos de lo que aún conservamos de aquellos jardines).
Jardines de San Telmo (1901) G. Ancely
Fueron unos jardines que maravillaban a los invitados de los Montepensier y que los consideraban de ensueño. Tras la muerte del Duque (1890), la Duquesa maría Luis Fernanda decidió incluir en 1893 en su testamento que las 3/4 partes de sus jardines privados pasasen a ser propiedad de la ciudad y convertirse así en el primer parque público de Sevilla.
Más tarde vendrían Forestier, 1914, la Exposición Iberoamericana, Aníbal González… y aquellos jardines de los Montpensier se convirtieron en el parque de María Luisa. Pero ya es otra historia.
Autor de esta entrada: Dani Antón . Gestor cultural, documentalista histórico y bloguero.
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