Revista Cultura y Ocio

Murillo y Santa María la Blanca

Por Danianton

En Sevilla, en la calle Santa María la Blanca, se encuentra situada la iglesia que le da nombre y que tanto tuvo que ver con el artista sevillano Bartolomé Esteban Murillo. Mezquita en el siglo X, sinagoga en el siglo XII y finalmente iglesia desde 1391. Pero no fue hasta 1662 cuando Justino de Neve, mecenas, amigo y protector de Murillo decidiera restaurarla debido a su deterioro bajo la dirección del arquitecto Juan González, maestro del arzobispado.

La amistad que le unía con este mecenas es el motivo por el que Murillo está profundamente vinculado a este templo, al cual le dio su carácter personal e hizo brillar inundándolo de tonos dorados azules y blancos. El artista diseñó todo el programa decorativo e iconográfico, creando cinco obras que dotaban de sentido toda la escena, cuatro pinturas situadas en la nave central y en la cabecera de las dos laterales, y La Última Cena, encargo de la Hermandad Sacramental.

Pero este conjunto artístico duró poco tiempo unido, pues durante la invasión francesa, todos los cuadros de Murillo excepto La Última Cena, fueron robados por los franceses. Dos de ellos, El sueño del patricio Juan y El patricio Juan y su esposa ante el papa Liberio, se exhiben actualmente en el Prado. El triunfo de la Inmaculada Concepción se encuentra en el museo del Louvre y El triunfo de la Eucaristía en la colección de Lord Faringdon de Buscot Park (Reino Unido).

Murillo y Santa María la Blanca

Actualmente, en la iglesia se ha llevado a cabo una restauración integral que le volvió a dar luz a las yeserías y pinturas murales que, junto con las dos copias de los cuadros del Prado, volvieron a reunir casi todas las piezas del puzle que creó Murillo. Sin embargo, esto sacó más a relucir la ausencia de los lienzos que faltan en la cabecera de las naves del Evangelio y la Epístola. Los responsables de esta restauración pusieron de manifiesto el vacío que causaba en el templo y la interrupción que originaba a la hora de leer el discurso iconográfico. Gracias al profesor Valdivieso y la aprobación del arzobispado, se ha conseguido la financiación necesaria para llevar a cabo la copia de los dos originales que faltan en la iglesia de Santa María la Blanca.

Ambos cuadros se han reproducido de manera digital detalladamente y con una calidad excepcional sobre un lienzo que se ha montado en un bastidor de madera. Para la reconstrucción de los grandes marcos se ha realizado un escáner de la moldura que se conservaba y se ha reproducido digitalmente en 3D. El resultado es asombroso y ha devuelto la belleza original que del conjunto barroco.

Sin duda se trata de una visita obligada durante este año, el año de Murillo, y Alminar no se la ha querido perder. Si te apetece conocer más sobre la historia de este artista y la huella que ha dejado en nuestra ciudad, no dudes en apuntarte a nuestra próxima ruta “La obra de Murillo en Sevilla”. ¡Te esperamos!

Murillo y Santa María la Blanca

Autora de esta entrada: Rebeca Ledesma. Periodista y Community Manager. Twitter:@rebecaledesmab

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