“Demasiado pronto” resulta ser, en música, un comentario de penosa frecuencia. En efecto, los compositores de muerte precoz enumeran una lista extensa. Primero nos enteramos de casos famosos como el de Mozart, del que ni siquiera conocemos la razón cierta de su partida (o el paradero de su cráneo); de Schubert, cuyo genio seguía desarrollándose la semana misma en que había de sucumbir; de los hermanos Mendelssohn (Fanny y Félix), víctimas de la misma desgracia con apenas meses de distancia. La lista prosigue con creadores de la talla de Bizet, Vorísek, Chopin o von Weber, que no superaron la treintena. Aparecen casos trágicos: Anton Webern, Granados, Kalinnikov, los dos primeros caídos en la insensatez de la guerra, y el segundo, muerto de pobreza, hambre y tuberculosis cuando parecía destinado a seguir los pasos de Chaikovsky. Uno se sobrecoge al encontrar entre los finados a muchachos como Pergolesi, Hans Rott o Rikard Nordraak, que sin embargo parecen maduros comparados al jovenísimo Crisóstomo Arriaga, segado antes de los veinte años.
A veces, pues, los elegidos de las Musas son también los elegidos de la Muerte. Aunque debemos temperar estas ideas recordando —gracias a Mara por este detalle— que la expectativa de vida en el siglo XVIII era de 25 a 30 años aproximadamente, y en el XIX, de 35. Las infecciones, en particular la sífilis y la tuberculosis (TBC), eran causa frecuente de muerte. Las románticas compresas de agua y vinagre no mataban bacterias…
Como sea, aprovechando la ocasión que nos brinda el Día de Difuntos, les ofrezco una selección de obras cuyos autores fueron precoces tanto en la música como en la muerte. Pensé en reunir obras póstumas de todos ellos, pero al fin me decanté por otras que simplemente me atraen más. Aquí el listado:
Juan Cristóstomo de Arriaga (1806-26): Obertura »Los Esclavos Felices« (Jordi Savall, La Capella Reial de Catalunya)
Frédéric Chopin (1810-49): Preludio n° 15 en Re bemol, »Gota de Lluvia« (Claudio Arrau)
Vasily Kalinnikov (1866-1901): »Allegro Commodamente«, segundo mov. de la Sinfonía nº 1 (E. Svetlanov, Sinfónica de la URSS)
Félix Mendelssohn (1809-47): »Saltarello«, cuarto mov. de la Sinfonía nº 4 (R. Norrington, London Classical Players)
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-91): »Romanza«, segundo mov. del Concierto para Corno nº 3 (Hermann Baumann, trompa natural, Concentus Musicus de Viena)
Giovanni Battista Pergolesi (1710-36): Obertura »Il prigionier superbo« (Orquesta de Cámara de Santa Cecilia)
Hans Mª Rott (1858-84): »Allegro con Fuoco«, primer mov. de la Sinfonía para Orquesta de Cuerdas (Philharmonisches Orchester des Staatstheaters Mainz)
Franz Peter Schubert (1797-1828): »Der Tod und das Mädchen« (Dietrich Fischer-Dieskau, Gerald Moore)
Carl Mª von Weber (1786-1826): »Der Freischütz«: Introducción al Acto Primero (Carlos Kleiber, Staatskapelle Dresden)
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CD
song: arriaga – ‘los esclavos felices’, obertura (jordi savall)