Durante los últimos años, la literatura breve ha encontrado en los microcuentos un nuevo y fascinante formato mediante el que condensar grandes historias a través de una o dos frases. A continuación, te ilustramos con algunos de los mejores ejemplos.
Si bien la novela ha imperado como opción literaria durante las últimas décadas, la eclosión de las redes sociales ha impulsado el “revival” de una literatura corta que, a través de relatos breves, poesía o microrrelatos ha conseguido seducir a las audiencias e impulsar nuevas formas de concebir la lectura.
En lo que respecta a los microrrelatos, también conocidos como microcuentos, la fiebre ha sido aún mayor, pudiendo encontrar diferentes libros, autores y publicaciones capaces de apoyarse en una ingeniosa elipsis a la hora de contar una historia a través de una o dos líneas. A fin de que puedas iniciarte en el boom de las “short stories”, te presentamos los mejores microcuentos:
El primero es, posiblemente, el más famoso de todos:
“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.”
El dinosaurio, de Augusto Monterroso
En otros casos, el microcuento puede ser algo más largo, si bien nunca suelen superar la extensión de un párrafo. El siguiente, de Borges, es un buen ejemplo:
“En un desierto lugar del Irán hay una no muy alta torre de piedra, sin puerta ni ventana. En la única habitación (cuyo piso es de tierra y que tiene la forma de círculo) hay una mesa de maderas y un banco. En esa celda circular, un hombre que se parece a mí escribe en caracteres que no comprendo un largo poema sobre un hombre que en otra celda circular escribe un poema sobre un hombre que en otra celda circular…El proceso no tiene fin y nadie podrá leer lo que los prisioneros escriben.”
Un sueño, de Jorge Luís Borges.
A continuación, otros microcuentos que suponen toda una inspiración:
“—Quédate, le dije.
Y la toqué.”
Toque de queda, de Omar Lara
“La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de las apariciones.”
Juan José Arreola
“- ¿Olvida usted algo? – Ojalá.”
El emigrante, Luis Felipe Lornelí
“Ella piensa que es un río. Pero he visto sus olas”.
Esteban Pérez Sánchez
“Tocó fondo y encontró sirenas”.
Alberto Piernas
Como puedes comprobar, el nos conduce a nuevos terrenos donde la sutileza y musicalidad se convierten en los mejores aliados a fin de crear historias tan breves como universales.
¿Cuál es tu microcuento favorito?
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