Han sido bastantes las ocasiones que desde esta despensa hemos reivindicado a través de distintos artículos y reflexiones los muchos beneficios del acto de dibujar en todas las edades, desde las más tempranas a las más adultas y tanto en el ámbito educativo reglado como fuera de él.
Este otro artículo de Jaime Rubio Hankock titulado significativamente “Los beneficios de dibujar y colorear de adulto, aunque no tengas ni idea” viene a sumarse a la larga lista de argumentos y beneficios educativos, emocionales y cognitivos del simple acto de dibujar, que ya se expusieron en aquellos artículos y entradas.
De éste mismo que hoy compartimos extraemos algunos párrafos significativos, pudiéndose leer el artículo completo en el enlace antes indicado:
A todos los humanos nos gusta dibujar desde hace unos 40.000 años. Y es algo que podemos hacer casi todos. Tal y como escriben en Scientific American: “Dibujar es simplemente hacer líneas y puntos en el papel. Si sabes escribir tu nombre, puedes dibujar”.
Es más, comenzamos a dibujar antes de saber leer y escribir. Todos los niños han dibujado en algún momento de su vida. Para ellos, escribe Banks, el dibujo “es una forma de aprender sobre el mundo en el que viven y acerca de su lugar en él”.
¿Y por qué dejamos de hacerlo? Banks sugiere que muchos niños “descubren otras formas de explorar su mundo, se involucran en otras actividades o, más a menudo, simplemente pierden interés. Su conocimiento se desarrolla más deprisa que su habilidad motora”, por lo que llega un momento en el que “no saben dibujar lo que su cerebro ve”, lo que ocurre sobre todo cuando a partir de los 8 o 9 años intentamos plasmar la perspectiva. A consecuencia “se frustran y pierden interés”.
Banks añade que los esbozos, dibujos rápidos, diagramas improvisados y demás son “un ejercicio en pensamiento libre, sin limitaciones. A menudo representan una forma de soñar despierto de forma gráfica que es beneficiosa para el proceso creativo del mismo modo que la preparación de un atleta ha de preceder a sus resultados”. Estos dibujos rápidos también “incrementan la destreza manual y refuerzan la conexión entre tus actividades motoras y tu sistema visual”.
Si tan evidentes y científicamente demostrados son todos estos beneficios del dibujo, la pregunta del millón es: ¿Por qué entonces no se fomenta más y se le da más espacio y valor en la escuela y en los centros de secundaria?¿Por qué en primaria no hay especialistas o formación específica en Educación Artística? ¿Por qué se suprimen cada vez más horas lectivas de las materias artísticas en secundaria? ¿Por qué algunos de nuestros ministros piensan que el dibujo puede “distraer” al alumno?
Ya lo decía el gran artista conceptual Bruce Neuman: ” Dibujar es otra forma de pensar”. Tal vez por eso mismo, dibujar sea peligroso y es mejor que el niño o el adulto se dedique a otras cosas mas productivas que el pensar, que no puede depararle en la vida nada bueno. Debe ser eso, entonces.