Los muertos de Jim Jarmusch

La absoluta lealtad respecto de la muerte debe ser puesta en práctica todos los días. Debemos comenzar cada amanecer meditando tranquilamente, pensando en el último momento e imaginando las diferente maneras de morir: muerto por una flecha, por un cañonazo, atravesado por un sable, sumergido por las olas, saltando en un incendio, golpeado por el rayo, aplastado por un terremoto, cayéndonos desde un risco, víctima de una enfermedad o súbitamente.  Debemos comenzar la jornada pensando en la muerte. Como decía un anciano: "Cuando abandonáis vuestro tejado, entráis en el reino de los muertos; cuando abandonáis vuestro umbral, encontráis al enemigo." Esta sentencia no preconiza la prudencia sino la firme resolución de morir. Hagakure
La excelente página CultMoviez pone a disposición excelentes películas, entre las que vi hace poco dos de Jim Jarmusch.  Dead man (1995) y Ghost dog, The Way of the Samurai (1999) pertenecen a un mismo periodo temporal pero también artístico.  En ambas películas el protagonista es un hombre muerto que persiste: uno cree estar vivo, en Dead man; y el otro, en Ghost dog, sabe que lo está pues es un principio esencial del bushido, código ético de los samurais, el cual rige su vida.
Lo interesante de las dos películas, otro aspecto que las acerca profundamente, es una línea textual que recorre por encima de lo narrado (o en su profundidad, que es lo mismo) casi sin percibirse: en Dead Man son los versos de William Blake que cita el indio llamado Nadie:  El águila nunca perdió tanto el tiempo cuando se sometió a aprender del cuervo,  por ejemplo.  En Ghost dog son los dibujos animados que aparecen en varias escenas repitiendo o adelantando algo que va a ocurrir.
Son dos viajes: en Dead Man está más claro que William Blake, el protagonista, viaja al Infierno (su amigo indio se llama Nadie y recuerda a La Odisea, otra historia de viajes, con el infierno como uno de sus destinos).  En Ghost dog el protagonista vive "a crédito", digamos, ya que es salvado de la muerte por un mafioso quien se convierte en su Amo, amo de su vida y muerte.

Bonustrack: la música en Ghost dog la pone RZA, que hace un cameo en la película.  En Dead man, Neil Young improvisó con su guitarra y piano para hacer el soundtrack, mientras miraba la película.


Espacio de autocrítica: