Magazine

Los negocios son política

Publicado el 25 febrero 2021 por Alejandro Tena

Una asunción poco concientizada

En el mundo de los negocios, al menos protocolariamente, se ha asumido que la política forma un mundo aparte e incluso opuesto al de los negocios, si se piensa este como la única y verdadera forma de generar progreso y bienestar en la sociedad. Sin embargo, de hecho, es la política la que posibilita la iniciativa y la propiedad privada, porque la política es mucho más que políticos, son ideas que conforman sistemas morales que implican una noción de lo que es bueno y malo para la sociedad en su conjunto.

Es un grave error, además de ser sumamente reduccionista, pensar que la única forma de trabajo, verdaderamente útil, es la que se lleva a cabo en la iniciativa privada, entendiendo a esta como la única fuente de generación de riqueza y a los funcionarios públicos como un mal necesario al que tenemos que mantener con nuestros impuestos. Pero, la generación de la riqueza, antes de ser producto de la iniciativa y virtudes de los individuos, es posible a una serie de condiciones morales, entre las que se incluyen las normas, las costumbres y las leyes, además del patrimonio acumulado por la sociedad; nadie podría tener un restaurante en un lugar con las normas jurídicas mínimas necesarias para hacer valer los derechos y las obligaciones de las personas, o por otro lado, un pequeño emprendedor no podría pensar en abrir un restaurante en una localidad donde el gobierno no ha construido las vías de comunicación y la infraestructura necesaria, ya que le costaría mucho más que la simple construcción y operación del mismo, sin contar, también, por su puesto, el patrimonio personal, fruto de igual forma de los recursos que estuvieron a su disposición, previamente. No obstante, más allá, de las evidentes posibilidades que brindan una serie de condiciones previas para uno u otro negocio, está el hecho de que el ejercicio del comercio privado al oponerse o ser indiferente a la política, está haciendo política, ya que esta no solo se compone de ideas sino también de acciones, actitudes y comportamientos; todo comportamiento de indiferencia u hostilidad hacia la política trae implícitas una serie de ideas que conforman un sistema moral; el caso más claro es el del famoso anarcocapitalismo que propone una sociedad sin gobierno.

La política posibilita o no, los negocios

Por lo anterior, toda idea de un proyecto político forma una etapa anterior en la configuración y posibilidades de trabajo en una sociedad, entre las que se incluyen la libre elección de trabajo llevado a cabo, independientemente.

Dicho esto, surge la siguiente pregunta, ¿Hay una corriente política de los empresarios?, sí, pero más bien, se formula al revés, los empresarios forman parte de una corriente política, y vuelvo a repetir, esto es así porque la forma de trabajo es después de una idea política. Podríamos decir que no existe como tal, en la actualidad, a excepción del comunismo, alguna corriente política que predetermine el desarrollo de todas las formas de trabajo independiente posibles. Empero, detrás de las corrientes políticas dominantes existen sistemas morales y doctrinas, entre ellas, la más importante, en la actualidad, es la de la globalización por un lado y el nacionalismo por otro. Ambas con sus variantes de acuerdo al lugar y al país. En el caso de México, la globalización ha ido acompañada de un estado de derecho débil, poca inversión en infraestructura y un alto grado de apertura comercial, lo que ha dificultado mucho que el país crezca de una forma pareja y se acentúen las desigualdad. Mientras que el nacionalismo, toma en México, por lo menos en su manifestación histórica, una deficiente calidad de los servicios, un estado de derecho débil y un crecimiento económico más o menos parejo.

Conclusión

Como conclusión y de forma general, a todo empresario y pequeño emprendedor, le deben importar y estar al tanto de los proyectos políticos, así como de sus sistemas morales subyacentes, no solo para identificar aquellas que podrían obstaculizar o disminuir sus ganancias a corto plazo, sino las que le podrían obstaculizar y a sea por coacción (en el peor de los casos) o por costumbre y asimilación cultural la posibilidad de hacer más y crecer más, como persona y en sociedad.

Para no ir más lejos, cuando hacemos una planeación estratégica, estamos estudiando la realidad política y no solo para acoplarnos a ella, sino para incidir en ella


Volver a la Portada de Logo Paperblog