Segunda Guerra Mundial, el peor conflicto bélico de la Humanidad
La Segunda Guerra Mundial, uno de los mayores conflictos bélicos en la Historia de la Humanidad, supuso un importante impulso en el desarrollo de los ordenadores y de la tecnología en general.
En este conflicto se enfrentaron dos grandes bandos: los Aliados (Reino Unido, Francia, Rusia y
Estados Unidos a partir de 1941) y las Potencias del Eje (Alemania, Italia, Japón, entre otros) Comenzó con la invasión nazi de Polonia en 1939 y terminó con la toma de Berlín por parte de los Aliados y el lanzamiento de las dos bombas atómicas americanas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en 1945. Entre ambos acontecimientos sucedieron otros igual de importantes, por ejemplo la retirada de Dunquerque, el bombardeo de Pearl Harbor o el desembarco de Normandía.
La victoria de los Aliados, que supuso el fin del terror nazi, no hubiera sido posible sin la ayuda de los ordenadores. No eran lo que hoy conocemos como tal, sino grandes máquinas que sólo se utilizaban para descifrar los códigos del enemigo. Entre todas las desarrolladas, caben destacar dos: el superordenador británico Colossus y la máquina Enigma, uno de los grandes problemas aliados durante el conflicto.
Enigma
La máquina Enigma es quizá una de las máquinas codificadores más famosas, debido a la importancia que tuvo esta en el desarrollo de la guerra. Varios de estos modelos ya fueron utilizados en Europa desde 1920, pero cabe destacar uno de sus usos, ya que nos afecta directamente. La máquina Enigma fue utilizada por el bando sublevado, o “nacional”, durante la Guerra Civil Española, lo que dificultó el avance del ejército republicano y aseguró el éxito de las misiones del ejército franquista. Más tarde, y una vez finalizado el conflicto español, los alemanes empezaron a utilizarla frecuentemente para sus comunicaciones.
El funcionamiento de este dispositivo no era muy complicado, pero aún así, los códigos eran indescifrables. Se trataba de un dispositivo electromecánico, es decir, usaba una combinación de partes eléctricas y mecánicas. Este dispositivo estaba compuesto por un teclado muy parecido al de las máquinas de escribir, cuyas teclas eran eléctricas, un engranaje mecánico (los rotores) y un panel eléctrico luminoso en la parte superior. Otra ventaja de esta máquina era su fácil transporte, ya que al guardarla, su aspecto exterior era parecido a un maletín.
Funcionamiento de Enigma
Enigma se dedicaba sobre todo a codificar los mensajes de los diferentes grupos de tropas, y funcionaba de la siguiente manera: El soldado pulsaba la tecla que le interesaba, por ejemplo la Q. Al pulsar la tecla se activaba un impulso eléctrico que iba dirigido hacia los rotores de la parte superior. Allí, el mensaje entraba en contacto con el primer rotor, situado en la tecla Q. Después pasaba por el lado contrario del rotor y la letra cambia a Y. Más tarde pasaba al otro rotor y se cambiaba a la S, y así sucesivamente. Luego pasaba a la parte de arriba de los rotores y la letra que teníamos cambia numerosas veces hasta llegar al panel luminoso y allí la letra original cambia a la U. De este modo se descifraban los mensajes alemanes. Para que los ingleses no pudieran leer los mensajes, las posiciones de los rotores cambiaba constantemente. Por ejemplo del 1 al 15 de abril estaban en la posición de la imagen y en la otra quincena cambiaban de nuevo radicalmente. Con este sistema los británicos no podían descifrar los mensajes, y aunque lo consiguieran, los alemanes cambiarían el código al momento.
El fin de esta máquina llegó cuando rebeldes de Polonia, en aquel momento ocupaba por los nazis, consiguieron interceptar una y se la enviaron a los británicos. Tras complicados trabajos, los británicos lograron descifrar la Enigma, con ayuda de expresiones muy comunes en los mensajes, como “Heil Hitler” o “por favor responde”, grave error de los alemanes. De este modo, los británicos consiguieron adelantarse en la Operación León Marino, un plan nazi para invadir Gran Bretaña, pero que nunca se llegó a ejecutar debido a que los alemanes necesitaban tropas en el este, para la Operación Barbarroja, la invasión de la Unión Soviética.
Lorenz
La máquina que les enseño a continuación es un diseño todavía más avanzado que las enigmas, ya que utilizaba un código basado en agujeros y puntos, el código Badout. Las Lorenz, que así se llamaban, eran utilizadas en las comunicaciones entre los Estados Generales nazis, un conjunto de militares de alto rango que dirigían todas las batallas en un lugar, por ejemplo el Afrikakorps en África al mando del mariscal Erwin Rommel. Además servía para establecer co comunicaciones calificadas como secretas entre el cuartel general nazi en Berlín, al mando de Adolf Hitler, con el resto de generales esparcidos por todo el mundo.
La máquina Lorenz estaba formada por un total de siete rodillos, de los cuales dos eran para establecer la posición del resto (rodillos motores). Los cinco restantes, una vez ordenados, generaban un código de cinco bits formando una letra. El orden y significado de estos bits, al igual que en la máquina Enigma, cambiaba constantemente y los británicos no podían descifrarla. Su sistema operativo era mucho más complejo que el de la anteriormente nombrada, y que sólo se puede explicar diciendo numerosas y complicadas fórmulas científicos que no están a nuestro alcance. Por lo tanto, sólo decir que, mientras para descifrar la Enigma sólo se necesitaron personas, para descifrar Lorenz fue necesario fabricar el primero ordenador electrónico y digital, Colossus.
Rodillos con bits de la Lorenz
El ordenador británico Colossus fue diseñado por dos grandes matemáticos, Tommy Flowers y Alan Turing, cuya historia está narrada en la película “The Imitation Game” y que cuenta cómo los británicos consiguieron descifrar los códigos nazis además de su vida personal. Ambos empezaron la construcción del primer Colossus en febrero de 1943 y diez meses más tarde, el primer ordenador estaba terminado. Tras una primera prueba desarrollada con éxito, la primera máquina Colossus, modelo Mark 1, estaba terminada y fue desmantelada y enviada a Bletchley Park, el centro de descodificación aliado.
Colossus
A parte del Colossus Mark 1, los británicos crearon otros modelos como el Mark II en 1944, y a medida que fue pasando el tiempo se llegaron a instalar hasta otros diez ordenadores. La principal ventaja del Mark II frente al I es que podía operar cinco veces más rápido y era más fácil de manejar. Todos los modelos del Colossus trabajaban de la misma forma. Primero se interceptaba el mensaje cifrado por la Lorenz y se introducía escrito en un papel en la máquina. Mientras el papel iba circulando, a su lado circulaba otro con códigos de la máquina nazi generados aleatoriamente. Cuando uno de ellos presentaba cierto número de coincidencias, el mensaje era traducido a otro papel. De este modo los británicos se pudieron adelantar a varios episodios del conflicto bélico más grande de la Historia y llegar incluso a ganarlos.
Estas tres máquinas, con ayuda de otras que no hemos nombrado, ayudaron a ganar y eliminar el terror nazi que se cernía sobre Europa, desgraciadamente a cambio de millones de vidas de inocentes que ni habían proclamado la guerra ni la querían. Pero eso es algo que ya pasó, y que no hay manera de solucionar, sólo evitando conflictos posteriores.