Los orígenes del pueblo de Israel

Presento hoy aquí un nuevo tema sobre historia de Israel. Intento de esta manera seguir la estela de artículos anteriores, como el dedicado a la forja de la religión judía y al mítico reino de David y Salomón, que ampliaré en próximos post dedicados a temas como el Éxodo.

Pocos asuntos han despertado tanto el interés de los historiadores como el de los orígenes del pueblo israelita. La polémica en torno a este asunto ha sido más que significativa en los ámbitos académicos de países como los propios EE.UU. Pese a ello este tipo de temas han quedado bastante olvidados por la universidad española así como por las editoriales, que no suelen traducir las obras más señeras en torno a este tipo de aspectos.

Existen diversas teorías en torno al origen de los israelitas. La primera de ellas es la de la conquista militar unificada, que se sostendría sobre la narración de la conquista de Canaán descrita en el libro de Josué. No obstante, esta tendencia, aunque trató de ser conciliada con las investigaciones arqueológicas realizadas en la zona, no parece casar bien con las mismas (los niveles de destrucción de algunas plazas son o anteriores o posteriores a la etapa que se postula para una posible conquista del territorio) , por lo que, hoy día, la mayoría de los investigadores buscan otros orígenes al pueblo de Israel.

Otra teoría es la de la infiltración pacífica de grupos de pastores desde el desierto, lo que habría sido favorecido por la baja densidad de población de este territorio en la época. Sólo en un segundo momento, tras su asentamiento, estos grupos habrían entrado en conflicto con la población cananea.

Así mismo, en clave marxista, otros especialistas han querido ver en los conflictos de conquista descritos por la Biblia una revolución interna como consecuencia de las desigualdades sociales.

Pero ha sido la visión de Israel Filkenstein la que ha suscitado mayor polémica y ha causado mayor impacto en los últimos años. Basándose en estudios arqueológicos y en obras precedentes a la suya ha presentado la siguiente teoría: los israelitas son cananeos en su origen y la supuesta conquista del territorio no existió ya que no hubo Éxodo (en torno a este tema hablaremos más ampliamente en próximos artículos). Pasajes como los de la destrucción de Jericó serían meras construcciones culturales realizadas mucho tiempo después (según el profesor Liverani durante o tras el regreso del cautiverio en Babilonia)

Por tanto, para este investigador israelita su pueblo no procedería de fuera sino que sería una particular evolución dentro de los grupos cananeos. Algunos especialistas en Historia de las Religiones han dado el apoyo a una teoría que les permitiría explicar los abundantes elementos cananeos que pueden rastrearse en la religión judía mas antigua.

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