La primavera ya esta ahí, y los pajarillos lo saben. Se nota en su comportamiento, en su plumaje. en invierno tratan de pasar discretos, que no se note que están ahí. Tratan de sobrevivir. Ahora los días se van alargando, las temperaturas son más suaves, se acerca la época de cría...
En tres de las especies más llamativas de las zonas altas de Salas y Tineo se aprecian bien estos cambios. Por ejemplo, las alondras Alauda arvensis van deshaciendo los grupos invernales, se muestran cada vez más al descubierto y algunos machos comienzan a cantar. De hecho, en estas zonas el canto de las alondras es uno de los mejores indicativos de la llegada de la primavera. También mudan ligeramente su plumaje, y los machos presentan una llamativa cresta nupcial.
Alondra Alauda arvensis Skylark
Por su parte, en el bisbita alpino Anthus spinoletta también se van apreciando algunos cambios, sobre todo en su plumaje, bastante oscuro y discreto en invierno, y más lucido en época nupcial. En la muda prenucpial, que transcurre de enero a marzo, los bisbitas alpinos adquieren el plumaje de verano, cambiando medianas coberteras, algunas grandes coberteras más internas y terciarias. La foto de arriba es de hace unos pocos días y la de abajo es invernal.
Bisbita alpino Anthus spinoletta Water pipit
Finalmente, el escribano montesino Emberiza cia, más tardío que los dos anteriores, también va acercándose de forma paulatina a sus lugares de reproducción, y las parejas van tomando posiciones cerca de su territorio de cría.
Escribano montesino hembra Emberiza cia Rock bunting