Revista Cultura y Ocio

Los pilares de la tierra: La serie

Publicado el 25 febrero 2013 por Airin
 Los pilares de la tierra: La serie
¡Último descubrimiento! La serie del archiconocido libro Los pilares de la tierra, de Ken Follet. La serie consta de ocho entretenidísimos capítulos de casi una hora de duración, que al final se hacen cortos y se hace inevitable que te veas otro y otro. Yo empecé con un capítulo pero luego a medida que el argumento se complicaba cada vez se me hacía más difícil apagar el reproductor.
La historia está ambientada en la Edad Media, con el fondo de una lucha de sucesión a un trono, el priorato de Kinsbridge, las innumerables adversidades a las que tienen que hacer frente nuestros protagonistas para llevar a cabo la construcción de una gran catedral, la antesala de Dios como ellos dicen. Las conspiraciones y asesinatos están a la orden del día, así como los amores prohibidos y las cruentas guerras. Los personajes se clasifican entre malos malísimos y buenos. Esto te crea gran empatía con los buenos y un odio descomunal hacia los personajes malvados, que no dudan en realizar lo que sea para conseguir sus propios propósitos. ¡Qué dura era la vida en la Edad Media!
Ya estoy deseando ver la serie de Un mundo sin fin. Por cierto, creo que soy de las pocas personas que no se ha leído el libro jejejej. La serie, según me han comentado, se mantiene bastante fiel al libro, aunque siempre hay detalles que se tienen que omitir que si no su duración sería mucho más extensa.
 
Los albóndigas en remojo: Clásico de los 80
Hacia 1984, cuando yo tan sólo tenía un año de vida, se empezó a hacer una serie de películas chorras y divertidas que empezó con la mítica Las albóndigas en remojo, a la que siguió Las albóndigas atacan de nuevo y otras muchas otras de menor calidad. Hay quien dice que el cine de los 80 es una mierda, pero ¿por qué? Su temática es sencilla y divertida, su humor básico y tontaina, el argumento simple, y los buenos que suelen ser unos pardillos que acaban ganando a los rubios y chulos del otro equipo. A mí este cine me gusta por que te ríes, por que tiene un aire de nostalgia para los que vivimos los 80, por que había un montón de personajes arquetípicos que se reían de sí mismos y sobre todo, las putadillas que se hacían unos a otros. Ayer domingo me vi Las albóndigas en remojo y mientras la veía, un pensamiento cruzaba mi monga mente, y es que me hubiera gustado estar en esa carrera de botes entre universidades y pelear por la copa jajajaj (qué cosas...)
En fin, resulta que ahora you tube es una gran fuente que proporciona innumerables películas vintage de esta época.

La marcha imperial
Y para acabar, os dejo un temazo de Star Wars, a cargo del compositor John Williams. Esta canción da energía y para los que vimos toda la intrincada entrega de La guerra de las galaxias es normal visualizar a Darth Vader. ¡Anda que no molaría tener una espada láser y luchar contra el ejército de Darth Vader para restablecer el equilibrio de la galaxia! Quién me diga que las espadas láser no son molonas miente o tiene rancietitis.

Un último apunte: Este fin de semana, en El corte Inglés de Princesa (Madrid) me encontré con un Darth Vader y un R2D2 hecho con lego a tamañano súper grande. Y claro, me tuve que hacer una foto, pero realmente me impresionó muchísimo el trabajo y dedicación que tuvieron que hacer para montar a los personajes. Así que investigué, y resulta que hay varios parques de atracciones de Lego, que se llaman Legoland. Hay tres en Europa y dos en Estados Unidos. Recuerdo que mi hermano era muy de Legos y siempre había piezas tiradas por casa. El hecho de que haya parques temáticos de estos juegos me parece muy curioso, ya que son juegos instructivos que han estado presentes en la vida de muchas personas y aunque estas personas hayan crecido es una afición que no tiene relación con la edad. Y no nos olvidemos del mérito de diseñar y ejecutar todas estas figuras a tamaño natural. No es moco de pavo.

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