Los pintalabios marroquís, a prueba de besos

Desde que soy madre he tenido que dejar de usar tacones, faldas y pintalabios. Los dos primeros, por comodidad, sobre todo cuando vamos al parque, y el último porque me he convertido en una madre besucona a más no poder y no quiero dejarle mis marcas al pobre enano en su cabecita.

Hasta ahora que he descubierto los pintalabios marroquís que usan muchas famosas (Sara Carbonero los recomienda aquí, en las respuestas), que son permanentes y no dejan marca. La diferencia con la alta cosmética está en su precio (a mí me han costado 5 euros) y en que son muy cómodos de usar, como un cacao (sin ser pringosos ni molestos).

De hecho, son un cacao mágico. Porque la barra es verde, naranja o azul (sé que hay más colores y estoy esperando a probarlos) pero se convierten en rosa o rojo al entrar en contacto con la piel. Cosa de magia. Duran muchísimo, -he probado a lavarme los dientes nada más darme el cacao y no se va-, y el color es muy natural. Funcionan con el calor de tu cuerpo, y por eso a casa persona le quedan diferente. En mi caso, tienden al fucsia y me encanta. Y ni qué decir que he dado cientos de besos para ponerlos a prueba. Están hechos de Henna y aceite de Argán y por eso son muy hidratantes.

Se venden por Internet pero la buena noticia es que hay una tienda en Pamplona donde los tienen y que descubrí gracias a una amiga. La tienda es Emakume y está en la esquina entre Paulino Caballero y la calle Navarro Villoslada, donde por cierto, además de estos pintalabios (la chica es majísima y el otro día me estuvo maquillando para probarlos), venden unos bolsos de piel preciosos. Ella los trae de Marruecos y me adelantó que traerá más colores.

¿Los has probado? ¿Qué te parecen?

Nota: Éste no es un post patrocinado, es sólo algo que quiero compartir. Y la de arriba no soy yo, sino una amiga.