Revista Cocina

Los probióticos

Por Sentir @menjasa1

En el artículo sobre los prebióticos definíamos los probióticos cómo: “un microorganismo vivo que, cuando se administra en las cantidades adecuadas, confiere un beneficio a la salud del consumidor”.
Así pues, los probióticos tienen que cumplir una serie de requisitos: inocuidad, ser bien tolerado por el intestino humano, capacidad de colonización y sinergia con la flora intestinal (microbiota) del huésped.
Los podemos ingerir naturalmente a través de algunos alimentos cómo: yogur, algunos quesos, chucrut, pasta de miso… Debemos de tener en cuenta que si cocinamos o calentamos estos tipos de alimentos, la temperatura destruirá los probióticos que contienen y no podremos beneficiarnos de las ventajas que nos pueden ofrecer. Por lo tanto, la mejor manera de consumir alimentos que contengan probióticos será en la manera original que se nos presentan.

También los podemos encontrar en medicamentos o en complementos alimentarios. En estos casos se recomienda el asesoramiento y la supervisión de un profesional.

¿Cómo actúan?
La microbiota del intestino humano es un ecosistema complejo con una gran cantidad y variedad de microorganismos, con capacidad para influir en el estado de salud del individuo.

  • Promueven el correcto funcionamiento del sistema inmunitario.
  • Disminuyen el pH del intestino creando un ambiente hostil para los patógenos.
  • Producen vitaminas y otras sustancias beneficiosas por el organismo.
  • Ayudan a mantener la función de barrera intestinal protegiendo el organismo de la acción de agresiones externas.
  • Influyen en el equilibrio de la flora intestinal, combatiendo los microorganismo patógenos.

¿El tipo de probiótico es importante?
Existen diferentes tipos de microorganismos clasificados como probióticos. La mayoría son bacterias y provienen de dos grupos:

  • Lactobacillus: se encuentran en los yogures y otros alimentos fermentados como el kefir, el xucrut o el miso (pasta de soja).
  • Bifidobacterium: también se puede encontrar en algunos productos lácteos.

Dentro de cada grupo hay muchas cepas (subtipos), cada una de ellas sirve para una patología diferente, por eso es muy importante identificar cada cepa correctamente. Por ejemplo: nombre de la cepa (Bifidobacteriu Longum SE1).
– Género: Bifidobacterium
– Especie: Longum
– Designación alfanumérica: SE1

¿Qué beneficios producen?
Podemos beneficiarnos de los probióticos para prevenir o tratar algunas condiciones patológicas, así como para mejorar funciones fisiológicas.

Algunos de los efectos positivos más estudiados son:

  • Mejoran la absorción de nutrientes como el calcio.
  • Previenen la aparición de alergias alimentarias.
  • Disminuyen la sintomatología abdominal en enfermedades intestinales cómo: colitis ulcerosa, Crohn o síndrome del intestino irritable.
  • Corrigen trastornos digestivos como el estreñimiento, la diarrea o los gases.
  • Previenen de infecciones y procesos inflamatorios.

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