Puntos brillantes en el cráter Occator de Ceres. Cráter: NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA.
Es probable que las manchas brillantes observadas en Ceres estén hechas de sal, según los datos obtenidos por la sonda Dawn de la NASA.
Mezclado con la sal, hay trozos de roca y agua congelada. Cuando la luz solar impacta la mezcla, el hielo se sublima en una neblina brumosa sobre dos de los cráteres de Ceres, informan los investigadores.
Pero los científicos de la misión no están seguros de cómo se interrelacionan la sal, hielo y neblina. “Todavía no tenemos el cuadro completo”, dice Andreas Nathues, científico planetario del Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar en Gotinga, Alemania, y autor principal de la investigación.
Dawn también ha descubierto arcilla rica en amoníaco, se informa en un segundo estudio. El amoníaco es más común en el frío Sistema Solar exterior que en el cinturón de asteroides donde reside Ceres. El descubrimiento sugiere que Ceres pudo haber reunido trozos de material del Sistema Solar exterior, o incluso pudo haber nacido cerca de Neptuno antes de migrar hacia el interior.
Ambos estudios son los resultados más importantes publicados hasta ahora a partir de datos de Dawn. La sonda, que fue lanzada en 2007, visitó el asteroide Vesta entre 2011 y 2012 y llegó a Ceres en marzo de 2015.
Neblina
Con 950 km de diámetro, Ceres no solo es el asteroide más grande del Sistema Solar, sino que también un protoplaneta cuyo origen y evolución pueden ayudar a los investigadores a comprender mejor cómo se formaron otros planetas. Previamente, los científicos han calculado que aproximadamente un cuarto de Ceres es de agua, que puede encontrarse como una capa de hielo bajo la oscura superficie del planeta enano.
Las manchas brillantes son el primer vistazo directo de ese hielo subsuperficial. Dawn ha catalogado más de 10 de estos puntos, la mayoría dentro de cráteres de impacto. Los más brillantes se encuentran en el cráter Occator de 90,5 km de ancho, y los segundos más brillantes están en el cráter Oxo de 10 km. (Los rasgos de Ceres tienen nombres de deidades de la agricultura.)
Dawn detectó neblina bajo el borde del cráter Occator. Crédito: NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA.
Dawn detectó neblina solo en Occator y Oxo, dice Nathues. La cámara de la sonda la captó bajo los bordes de los cráteres durante el sol de mañana y desapareciendo en la tarde. La neblina se forma probablemente cuando la luz solar calienta la superficie, causando que el hielo se sublime y levante consigo partículas de polvo y hielo. Cuando la superficie se enfría, la sublimación se detiene y la neblina desaparece. En 2014, los investigadores analizaron las mediciones hechas por el observatorio espacial Herschel informaron la existencia de vapor de agua en la atmósfera de Ceres, cerca de Occator.
Algún tipos de proceso geológico parece llevar continuamente hielo a la superficie, reponiendo lo que se pierde, dice Nathues. Occator y Oxo son cráteres relativamente jóvenes, y los otros puntos brillantes en Ceres podrían representar impactos más antiguos donde la desgasificación se ha detenido.
Dawn no será capaz de volver a detectar la neblina. La sonda solo pudo fotografiarla desde un ángulo oblicuo cuando se aproximaba a Ceres.
El equipo de Nathues también analizó los espectros de la luz reflejada por los puntos brillantes. Aquellas mediciones sugieren que los puntos contienen sal, que lo más probable es que sea un tipo de sulfate de magnesio.
Más preguntas
En el segundo estudio, otro grupo de científicos Dawn informó el hallazgo de amoníaco en minerales de arcilla de la superficie. Los científicos habían reportado indicios de amoníaco en Ceres anteriormente, basados en estudios espectrales desde tierra, pero estos datos también podrían ser interpretados como procedentes de otros minerales, dice Andrew Rivkin, un científico planetario del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins en Laurel, Maryland.
Los nuevos espectros confirman la presencia de amoníaco. Generalmente, el amoníaco se encuentra en el distante Sistema Solar exterior, más allá de Neptuno, dice la líder del equipo Maria Christina De Sanctis, astrónoma del Istituto di Astrofisica e Planetologia Spaziali en Roma.
Una posibilidad es que rocas espaciales ricas en amoníaco cayeran en Ceres, que era lo bastante grande para tener suficiente calor de su interior radiactivo para fundir parcialmente y transformar los escombros en arcillas con amoníaco, dice Carol Raymond, científica planetaria del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, e investigadora adjunta principal de Dawn. “Es una historia muy buena”, dice ella.
Todavía quedan muchas preguntas. De Sanctis y sus colegas están analizando los nuevos datos espectrales de los puntos brillantes, los que pueden apoyar o descartar la presencia de sales. “Es realmente tentador”, dice ella.
Actualmente, Dawn se está desplazando hasta su órbita final, que alcanzará el 18 de diciembre o antes. Desde allí, estudiará a Ceres desde una distancia de aproximadamente 385 km hasta que la misión se quede sin financiamiento para operar la sonda o que no pueda seguir manteniéndose en la dirección correcta.
Los estudios “Sublimation in bright spots on (1) Ceres” y “Ammoniated phyllosilicates with a likely outer Solar System origin on (1) Ceres” fueron publicados en la edición del 10 de diciembre de 2015 de la revista Nature.
Fuente: Nature