Rafael Matesanz Director de la Organización Nacional de Trasplantes. El nefrólogo asegura que la cooperación entre países europeos ampliaría las probabilidades de cruzar donantes y receptores
Rafael Matesanz durante Rafael Matesanz es el artífice del que llaman el 'modelo español' de trasplantes, estudiado e imitado no sólo en Europa, sino en todo el mundo. Creador de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) en 1989, Matesanz aborda ahora los retos del futuro: aumentar los trasplantes de riñón en vivo y, más concretamente, las cadenas de trasplantes simultáneos, tras la primera experiencia en España el pasado mes de abril. El pasado 23 de julio, Mikel Prieto, cirujano de la Clínica Mayo de EE UU, aseguraba que «hay intereses económicos para mantener a pacientes en diálisis». ¿Qué le parece? - Es absolutamente inadmisible e intolerable que se diga que se trasplanta poco por intereses de los nefrólogos y las empresas de diálisis. Esto es falso, y vamos a poner los datos sobre la mesa. Para empezar, en estos momentos, en España están trasplantados, con el riñón funcionante, el 50% de los enfermos, y el otro 50% en diálisis. En el País Vasco, son el 60% los trasplantados, y el 40% los que están en diálisis. En EE UU, sin embargo, sólo el 28% de los enfermos están trasplantados, y el 72% en diálisis. Es allí donde hay más pacientes en esta última fase, por lo tanto es allí donde tendrán que explicar si hay intereses económicos. - ¿Y cuántas de esas personas se trasplantan antes de la diálisis? - De todos los trasplantados, un 4% lo fueron antes de la diálisis. Sí que es cierto que la política que se considera hoy más adecuada para los pacientes con insuficiencia renal es ver si en su familia hay alguien que le quiera donar un riñón antes de empezar la diálisis. Hay estadísticas de muchos centros del mundo que ponen de manifiesto que la supervivencia de pacientes en este caso es mayor. Este tipo de trasplante se hace con donante vivo, porque si no cómo explicas a alguien que lleva 16 años en diálisis que estás trasplantando de cadáver a alguien que no está en diálisis. - ¿Y en qué nivel se encuentra el trasplante con donante vivo? - No es, en absoluto, menor del 3%, como Mikel Prieto aseguraba. El año pasado se encontraba sobre el 11% de todos los trasplantes realizados, y según datos que tenemos, este año rondará el 15%. En EE UU en conjunto, el porcentaje de trasplante en vivo es del 37,9%, que es una buena cifra. Pero no es extrapolable a todo el país lo que ocurre en la Clínica Mayo, donde según Prieto, la tasa de donaciones de vivo es del 85%. Es verdad que en los últimos años se ha visto que los datos con trasplante de vivo han mejorado en todos los aspectos, porque habitualmente se hace con riñones jóvenes, por eso desde la ONT tratamos de potenciar esta modalidad, sobre todo porque se realiza antes. - ¿Por qué hay, entonces, menos trasplantes de este tipo en España? - Sencillamente, porque siempre hemos tenido mucha donación de cadáveres. ¿Por qué le vas a dar un riñón a un familiar si las posibilidades que tiene de trasplante de cadáver son óptimas? Aquí no se ha desarrollado tanto el trasplante de vivo porque hemos tenido tanta abundancia de órganos de cadáver que la 'presión' sobre la familia para donar un riñón ha sido mínima. Gente que donaría un riñón a un familiar no ha visto la necesidad, porque ha visto que el sistema es efectivo. - ¿Es más recomendable una modalidad que la otra? - Está internacionalmente admitido que la donación renal de vivo es siempre un complemento de la donación de cadáver, que es la principal. Sobre todo, porque permite trasplantar no sólo el riñón, sino también el resto de órganos. Esto son recomendaciones internacionales que tratan de cumplir todos los países, EE UU incluido. Pero son tratamientos complementarios, no antagónicos. Hay que encontrar el equilibrio entre ambos. Al final, de lo que se trata es de que el mayor número de enfermos tenga un riñón funcionante, sea de vivo o de cadáver. - ¿Hay planeadas más experiencias de trasplantes en cadena? - Es previsible que se sigan haciendo. Comenzamos con el programa hace tres o cuatro años, al ver que había una serie de países, sobre todo los anglosajones, que lo hacían mucho. Comprobamos que fuera legal en España y establecimos las condiciones con el acuerdo de todas las comunidades autónomas y equipos de trasplantes. Después creamos un registro central en el que se apuntó todo aquel que quiera donar un riñón a un familiar pero no pueda, ya sea por incompatibilidad sanguínea o inmunológica. Actualmente, en el registro de la ONT hay apuntadas unas 70 parejas. Cada dos meses se calculan matemáticamente las posibilidades de cruces entre donantes y receptores. El factor fundamental que delimita esto es el número de participantes en el programa, por eso en EE UU salen más cadenas, porque juegan con una población de más de 300 millones de habitantes. Ahora estamos en conversaciones con países vecinos, como Francia, Portugal e Italia, para ver si podemos extender esa práctica. - ¿Significa esto que se realizarán trasplantes múltiples internacionales? - Sí, los trasplantes en cadena serán con los países vecinos. De la misma forma que en EE UU lo hacen de costa a costa, en Europa se hará igual, y será igual de frecuente. Hay que decir que estos países vecinos van algo por detrás de nosotros en el tema, pero cuando todo esté preparado y se desarrolle una cooperación, esto nos permitiría tener posibilidades entre más de 200 millones de personas, lo que aumentaría las probabilidades matemáticas de encontrar donantes y receptores. Los trasplantes cruzados, tanto entre parejas como múltiples, son muy positivos, en primer lugar, porque permiten trasplantar a personas que de otro modo no lo habrían hecho, y, en segundo lugar, porque estimula a la gente a la donación en vivo. Creemos que el mensaje de 'pregunte en su entorno familiar' se está asumiendo muy bien, tanto por la prensa como por las asociaciones de enfermos - ¿Está yendo a menos la donación de órganos de cadáver? - No, la donación de cadáver no está bajando. Según los últimos datos publicados, en 2009, en España hay una media de donantes de 34,2 por millón. En Euskadi, concretamente, 41 por millón. Es la comunidad autónoma más trasplantada, porque siempre ha tenido una cifra de donación en los primeros puestos. Lo que está ocurriendo, sin embargo, es que el donante está envejeciendo. Antes teníamos el joven 'motorista sin casco', una figura que ya ha desaparecido. Ahora, el donante muere tras una hemorragia cerebral, pero en lugar de tener 25 años, tiene entre 65-75. Por otra parte, también ha cambiado el receptor. Tanto en España como en los países desarrollados, se está trasplantando a personas con más de 70-80 años, cosa que hace treinta ni nos habríamos planteado. Fuente: diariovasco.com Ana Hidalgo |