Los vientos de cambio nos va a tirar el techo a la mierda
Por Julianotal
@mundopario
Mientras muchos se entretienen pegándole a Silvia Fernandez Barrio, hablan del puterío de Lanata y del regreso de Tinelli...
- En el plano regional, Argentina cede a las exigencias brasileñas y se acercan posiciones para el fatídico TLC entre Mercosur- Unión Europea.
“Hace pocas semanas Argentina era vista como artífice de que la negociación entre el Mercosur y la Unión Europea pareciera estar dirigiéndose hacia un nuevo estancamiento”, comenzó diciendo el analista.
Sostuvo que “luego de que tras ajetreadas discusiones entre el sector público y privado Brasil decidiera que cerrar un acuerdo con la Unión Europea era estratégico para su desarrollo, Argentina quedó más aislada en su postura proteccionista en torno de la negociación con el bloque europeo, sobre todo en lo que tiene que ver con el sector industrial”.
Recordó que “por un lado, Venezuela se excusó de participar de la negociación, pero por otra parte el recién ingresado al Mercosur Paraguay y Uruguay, con una clara voluntad aperturista, apoyaron oportunamente la postura de Brasil, con lo cual no dejaron otra salida a Argentina”.
Y que “el bloque europeo y los propios socios del Mercosur apuntaban a la Argentina como aquel país cuyo nivel de ambición para negociar quedaba muy lejos de lo ideal y que empeoraba la oferta del subbloque continental.
Inclusive se llegó a hablar de negociar a distintas velocidades, lo cual en la práctica implicaba dejar a la Argentina de lado”.
Pero en las últimas semanas todo cambió: Argentina hizo una mejora notable en su oferta alineándose prácticamente con Brasil, y si bien no es tan cierto lo que se está publicando, ya que las ofertas aún no están cerradas, de todos modos se negociaron los consensos básicos a partir de los que se elaborará la oferta y se llegará a un resultado consolidado, aclara.
Destaca como un tema no menor resultante del cambio de postura argentino que una semana antes, en costa de Sauipe, se cerrara un acuerdo entre Argentina y Brasil por el que se pone en práctica un mecanismo para que nuestro país pueda diferir el pago de las importaciones que realiza desde su socio.
Y asimismo asigna a que se haya destrabado la negociación para renovar el acuerdo automotor bilateral que se está negociando en este momento una cuestión de no menor relevancia.
Finalmente, indica que “otro factor adicional era el riesgo para Argentina de quedar aislado de una región que quería negociar y de un mundo cada vez más integrado, sobre todo cuando se necesita destrabar financiamiento internacional como para consolidar la posición de las reservas internacionales.
- Las coincidencias entre la propuesta "Ley Kunkel" de regular la protesta y un decreto de Pinochet
Los mercados han empezado a ilusionarse con que el próximo jefe del Estado sea más condescendiente con ellos que Fernández. Con la devaluación, los indicadores se derrumbaron por temor a que la situación económica y política se desmadrara, pero las autoridades argentinas han adoptado una serie de medidas económicas ortodoxas, combinadas con otras que no lo son, y los inversores las han celebrado con una recuperación de los precios de acciones y bonos.Pero Porcel y Cruces coinciden en señalar que los mercados también han aprobado las medidas ortodoxas que Fernández ha comenzado a adoptar este año para evitar un colapso económico. Entre ellas, está una devaluación acotada, la mejora en la calidad de las estadísticas públicas, los ajustes fiscal y monetario, el regreso al mercado interno de deuda después de seis años y el inicio formal de las negociaciones por la deuda impaga con los países ricos del Club de París (incluida España). “Los inversores ven que si no esperan hasta el próximo gobierno pueden conseguir activos más baratos”, comenta Nielsen. Cruces opina que Argentina puede convertirse en la próxima “perla” de los mercados latinoamericanos, pero también hay quienes prefieren seguir esperando hasta que se aclare el panorama. Desconfían de que el Gobierno de Fernández profundice en el giro ortodoxo y dudan ante la actual estabilización cambiaria aunque esta actitud suponga que mañana tengan que pagar más en un país en plena crisis.