Revista Cultura y Ocio
Al leer un artículo sobre la medición de los vuelos nocturnos de las aves a la luz del disco lunar, en su tránsito por la península ibérica, no he podido evitar una punzada de extraño misterio, como si un abismo se abriese de pronto. Existe una vida misteriosa, que desconocemos, más allá de la recesión, el paro y la parálisis política. Las aves siguen su tránsito interconinental, a pesar de nosotros -de momento- fundamentalemente de noche, y se pretende descubrir su secreto -cuantificarlo- observando sus siluetas sobre la esfera brillante. Qué extraña mezcla de lirismo y ciencia. ¿No se le ocurrirá a nadie sacar esto en una película? No sé, tal vez un joven biólogo que observa en las noches de luna llena las siluetas de las aves rayando la claridad de la luna, mientras sucede alguna desgracia entre los atolondrados humanos. No he podido resistirme a tomarme esta licencia poética.