Tras cerca de tres años de trabajo y otro más de espera a que llegase a los cines en España, ya se ha estrenado en las salas comerciales “Loving Vincent” , una sorprendente película de animación sobre el pintor Vincent Van Gogh que como dicen en su promo, es “la primera película de la historia pintada al Óleo” Ayer un servidor fue a verla y salí encantado de disfrutar de un placer así, a pesar de las tristes circusntancias que todo el mundo ya asocia al trágico final de Van Gogh.
La pintora polaca Dorota Kobiela es la directora artística de esta película. Kobiela se inspiró en las cartas que Vincent van Gogh enviaba a familiares y amigos . Para escribir el guión , los responsables del proyecto se basaron en unas 800 cartas escritas por el pintor, una garn mayoría a su hermano Theo. El filme dura 94 minutos que son un deleite para la vista por la hermosa factura de las imágenes y la sensibilidad para tratar la historia.
Lo novedoso e interesante de esta animación, como comenta uno de los artífices de la película en el vídeo anterior, es que se trata de un filme en el que cada fotograma es una pintura al óleo, concretamente ¡¡ 65.ooo cuadros !! . Los personajes retratados en las obras del pintor neerlandés son los protagonistas “picturizados al óleo ” a partir de actores y actrices reales. Unas 120 pinturas, entre ellas muchas de sus más emblemáticas pinturas, del artista son igualmente utilizadas comno escenarios a lo largo del filme.
Dice uno de los productores que necesitaron más de 100 pintores expertos conocedores del arte de Van Gogh para realizar todos lo cuadros de la película y que para realizar su trabajo, los pintores se basaron en obras proyectadas sobre las que pintaban las reproducciones que posteriormentes se fotografiaban. “ De cada doce fotogramas obtenemos un segundo de película”, explica Piotr Dominiak, otro de los responsables del proyecto. En este interesante making of se muestra el inmenso trabajo y planificación que hay detrás de esta maravilla de película.
Por todo, es una película digna de ver en una sala de cine no solo en lo visual y en lo estético de su factura pictórica sino en la propia historia, contada con respecto hacia la persona de Vincent y dejando aún más interrogantes sobre las circunstancias de su muerte. Y hay que verla además, por amor al arte y nunca mejor dicho, porque hay que fomentar que este tipo de cine experimental y arriesgado siga teniendo su público y así su oportunidad de realizarse y exhibirse.
Vayan, pues, a verla al cine …
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